¡¡Mierda!!
Un ruido me despertó de inmediato y enseguida escuché otro que aparentemente provenía de la cocina.
Una vez más escuché otro ruido y me levanté de la cama a gran velocidad, estaba nerviosa pensando que un extraño podría estar dentro de la casa, pero lo raro es que un ladrón no haría tanto ruido.
Mi mente me ordena bajar a ver qué pasa, pero vuelvo a ver el reloj y eso hace que mi cuerpo se quede quieto en medio de mi habitación.
Cuando por fin encuentro la estabilidad y el sueño desaparece, poco a poco escucho gritos afuera, camino hacia la ventana con mi cuerpo tembloroso y me acerco lo suficiente para poder ver lo que está pasando y mi cuerpo se paraliza, siento un escalofrío corriendo desde la planta de mis pies hasta mi cabeza y en ese momento cuando mi cuerpo no responde.
Afuera hay caos, hay incendios por todos lados, gente gritando y llorando sobre todo mujeres, veo enormes lobos corriendo por el pueblo arrastrando a varias chicas y destruyendo todo a su paso, me froto los ojos poco a poco tratando de asimilar lo que estoy viendo o es que es simplemente una pesadilla, estoy hecha una estatua, siento que mi cuerpo no
—A la m****a.
Es lo único que puede salir de mi boca entre sollozos y algunas lágrimas que empiezan a derramarse por mi mejilla cuando siento que el miedo sacude todo mi cuerpo y empiezo a temblar mucho más.
—!Esto no puede ser real, me niego a creerlo, ¡esto no es real!—Caigo al suelo de forma fetal y me doy una bofetada para intentar creer que todo esto es una mala pesadilla, pero lamentablemente no funciona. Esto realmente está sucediendo.
Mientras sigo tirada en el piso, sigo llorando y me tomo del cabello, de repente escucho el mismo ruido en la planta baja de mi casa, ruidos que se escuchan cada vez más cerca de mi habitación.
Finalmente, la puerta de mi habitación cae al suelo dejándome ver un lobo negro de unos dos metros de altura y empiezo a gritar.
De cerca es mucho más grande, se ve tan temible e imponente, comienzo a temblar como una gelatina y el lobo se acerca cada vez más.
Cuando la distancia entre él y yo es muy pequeña, veo que abre su hocico y me muestra sus afilados colmillos, cierro con los ojos muy fuerte esperando lo peor que puede pasar.
Inmediatamente puedo sentir como sus mandíbulas toman mi camisa, comienza a arrastrarme hacia abajo, mi cuerpo sigue temblando y estoy desesperada, finalmente cuando llego a la planta baja puedo ver una silueta recostada en un rincón de la habitación y puedo Juro que es mi padre el que está acostado, pero por la oscuridad no puedo distinguirlo bien.
Mi cuerpo esta adolorido por la forma abrupta en que ha bajado, puedo escuchar esas piernas acercándose a mí, tengo en mi cabeza mirando al suelo porque no quiero ver a esa enorme bestia, lo único que puedo ver es que son azabache y son enormes, de repente siento un tirón de mi cabello lo que hace que levante la cara solo para estar frente a ese enorme lobo.
Siento que mi garganta se estrecha cada vez más, nunca había visto un lobo tan grande como este, es más, creo que es mucho más grande de lo que había pensado, sus ojos están rojos como la sangre, las lágrimas se detienen por el terror que invade cada músculo, siento mi respiración pesada y mis ojos comienzan a sonar, avanza poco a poco hacia mí lo que hace que las lágrimas comiencen a salir mucho más rápido. Abre su hocico dejándome ver sus afilados colmillos, puedo sentir su aliento chocando contra mi rostro, mientras tanto siento su ira frente a mí, hasta que lo siento llamando a mi mejilla antes de alejarse.
—Hasta que finalmente encontré a mi chica.
La enorme bestia comenzó a alejarse poco a poco, fue hasta ese momento que aún no podía entender y lo que estaba pasando, sentía miedo, angustia, dolor en cada parte de mi cuerpo, pero también me hacía pensar lo que había pasado. sucedió con mis amigos, incluso con mi propio padre.
Además, esa oración estaba resonando dentro de mi cabeza con esa voz profunda, profunda e imponente. Ni siquiera estoy tan segura de si lo que acabo de escuchar es producto de mi imaginación o fue solo o quién me habló. En primer lugar, mis ojos comienzan a cerrarse y todo se oscurece con cada respiro, de repente ya no escucho nada a mi alrededor y mucho menos siento algo dentro de mi cuerpo. Siento que mi cuerpo estaba en este lugar, pero mi mente está en otro planeta.
Lo primero que comencé a pensar fue que creía que todo esto de la m*****a luna y los lobos era simplemente un mito, pero ahora me di cuenta que un lobo estaba al acecho de mi vida y de ahora en adelante mi vida no sería normal., tendría que estar alerta y sabía que dentro de ese bosque había una bestia esperándome.
Me despierto cuando siento un pequeño chorro de aire recorrer mi cuerpo, aún con los ojos cerrados me doy cuenta que estoy en una cama que no es la mía, pero cuando me muevo me empieza a doler la cabeza y me duelen las costillas, abro mis ojos con golpes cuando recuerdo por qué me duele el cuerpo.Empiezo a recorrer toda la habitación con la mirada y está completamente oscuro, la única luz que se ve es la de la vela que está arriba de una mesa vieja, empiezo a moverme en la cama tratando de bajar, pero simplemente caigo a mi rodillas cuando siento el dolor agudo en la pierna derecha.Inmediatamente empiezo a tocarme la pierna cuando siento un poco de humedad, acerco mi pierna a la poca luz que puede emitir la vela y puedo ver que todo el líquido de mi pijama es rojo, es sangre.¡Es sangre!Empiezo a llorar una y otra vez y es hasta ese momento que empiezo a construir todo lo sucedido, entro en pánico al recordar la imagen del que pudo ser mi padre.Inmediatamente trato de ponerme de p
La mujer que nos acompañaba entró alertada por el ruido, al ver lo que pasaba se paró frente a mí y levantó las manos frente al enorme lobo.—Espera un minuto Marshall, cálmate, recuerda que no puedes lastimarla—, gritó al ver cómo avanzaba.Inmediatamente ella le susurró algo que ni siquiera sabía en qué idioma era, yo no entendí nada, solo me pareció ver al enorme lobo sacudir la cabeza, el animal gruñó una vez más y soltando el aliento, corrió hacia el comedor no sin antes haber soltado un bocado en el aire.Sentí que mi pecho se descomprimía y poco a poco iba liberando el aire retenido, caí al suelo a llorar y temblar.—¡Necesito salir de aquí, no entiendo todo lo que está pasando, tengo demasiado miedo! Y en cualquier momento me va a devorar, por favor ayúdame a salir de aquí, le suplico – le digo entre sollozos.—No te preocupes, él no te va a lastimar—, dijo, inclinándose hacia mí para extender su mano y abrazarme. —Lo entiendo y es normal que tengas miedo, una chica como tú to
Han pasado cuatro días desde que me trajeron aquí, es imposible tratar con él y por no hablar de Marshall, todavía lo intento desde ayer me dijo que sus lobos habían encontrado a mi padre y a mis amigos, gracias a Dios que están bien.—Lo tomo—, dije antes de salir del comedor.—¿Puedo salir al jardín cuando termine de almorzar? — Pregunto con esperanza.—No—, respondió sin pensarlo primero.Estúpido…—No me hables de esa forma.—Todavía no entiendo cómo puede...—Puedo leer tu mente, mi amor—, interrumpió.—¿Cómo es eso posible?—Ya te lo he dicho, destino, te creó para mí, estamos conectados.Me encogí de hombros sin entender lo que estaba diciendo.—Lo entenderás cuando nos casemos y yo te marque —le resto importancia y sigo comiendo.Y todavía te crees a ti mismo.Aunque he estado con él durante casi una semana, casi nunca lo veo y todavía me siento incómoda.—Tengo que irme o llegaré tarde—, se despidió y se fue.La oportunidad perfectaHace dos días muchos de los guardias fuero
María llegó preocupada al instante.—¿Qué ha pasado, señora?— Preguntó, comunicándome. —¿Te ha hecho daño?No respondí, el deseo de llorar y gritar me invadió y me sentí miserable por permitir que me trataran de esa manera.—¿A dónde vas?— Preguntó cuándo me veo saliendo de la habitación.—¡Muy lejos de aquí, me niego a pasar otro segundo en esta casa cerca de ese mounstro!—¡Por favor, espere! Dale tiempo, conócelo...—¡No!— Grité, provocando un llanto. —Estoy aquí contra mi voluntad y él todavía se atreve a golpearme.—¿Qué ha pasado?— ¡Vamos, es agresivo! Aparte de un secuestrador—Es solo que no tenías que intentar escapar, dime lo que acaba de hacer.—Me golpeó—, aclaro enjugando mis lágrimas.—¿Qué le dijiste?Pero, ¿qué le pasa a esta mujer? ¿Qué le pasa a la gente de esta casa?—¿De qué estás hablando, crees que tiene derecho a golpearme?—A parte del hecho de que intentaste escapar, deberías haberle dado otra razón para volverse loco.—¡Acabo de decir la verdad!— Moriría ant
Las lágrimas salen de mis ojos sin entender por qué, me duele el corazón como si algo lo apretara.La culpa me invade cuando pienso en lo que le he dicho y en lo que debería haber sentido. Es cierto que me secuestra y nada justificará sus golpes, etc., todavía no puedo evitar sentirme mal.Eres demasiado bueno para tu propio bien...Hay mucho que asimilar empezando por ser la —reencarnación— de Carmen, todavía no estoy convencida de que sea tan cierto, pero es algo que podré asimilar, investigar y descubrir con el tiempo.—Yo... Lo siento, susurré cuando miré a María—¿Por qué?Me encogí de hombros, tampoco sé muy bien por qué, solo siento la necesidad de disculparme—Por lo que dije —murmuré dejando mi cabello a un lado.—No te disculpes conmigo, no me duele, no me duele—, sonrió. —Es con él donde deberías disculparte—, dijo, sacudiendo la cabeza.Se puso de pie y volvió a poner el álbum en su lugar respectivo, que si se detuviera en el marco de la puerta, también te debe una disculp
—De verdad, ¿Sigues molesta?¡En serio! Maldito estúpido, ¿cómo te atreves a preguntarme que después de haberme dejado aquí sola y encerrada durante una semana, déjame ponerme al día?Ha pasado una semana desde el trato que hice con Marshall y no había oído nada de él hasta ahora. Esta mañana, cuando bajé a desayunar, lo encontré sentado en el comedor como si no pasara nada, ¡y cuando me vio trato de besar!, que cree que después de haberme dejado aquí a solas con esa bola de tontos que me cuidó el trasero las 24 horas del día, ¡encerrada sin siquiera poder salir al jardín! Volviendo al tema, cuando trató de besarme, lo abofeteé y el tonto comenzó a reírse, ahora estamos desayunando casi en silencio, con su mirada y su sonrisa cínica sobre mí mientras lo golpeaba con mis ojos.—Vamos, Piper, —cambia de ese lado soltando el tenedor y suspirando mucho—. Nunca dejé claro cuándo comenzaría nuestro trato, además de que nada me garantiza que no escaparás tan pronto como te dé la espalda—¡Lo
Su mano continuó masajeando mi punto sensible hasta que inevitablemente mis piernas comenzaron a temblar, así que se acercaba, me besó mientras todavía me tocaba, enredó mi mano en su cabello y la otra en su caderaRespondí al beso sintiendo la necesidad de más y más, sus labios ya no eran suficientes para mí y su mano sentía muy poco por lo que yo quería.—Prosigue— Ah—gemí entre sus labios.La presión en mi estómago creció junto con el calor en mis pies, arqueé mi espalda cuando sentí que venía. Justo cuando sentí mi liberación, su mano se detuvo igual que sus labios.—Vaya, ¿por qué te detienes?— Me quejé en un lloriqueo lleno de frustraciónNo recibí respuesta, todo su cuerpo se había detenido, abrí los ojos y encontré los suyos, sus pupilas dilatadas y el rojo brillante , sus ojos estaban bien abiertos, parecía asustado, sus ojos volvieron gradualmente a su gris natural, sacudió la cabeza sacando la mano entre mis piernasNegó frenéticamente con sus ojos como placas tirando de su
—Solo puedo tener hijos con mi esposa, la mujer que llamo, mi luna, cariño—, se sentó en la hierba frente a mí con una mini sonrisa ladina.En ese momento me vino a la mente una duda, ¿será muy extraño si le pregunto algo así?No pierdes nada al intentarlo.Tal vez sería incómodo e indiscreto, pero como esta duda, tampoco es que me importe mucho, aunque teniendo en cuenta que soy tu luna, ¿tengo derecho a preguntar? Tal vez la pregunta suene extraña y terminé riéndome en la cara.—¿Qué te parece?— Preguntó con la mirada fija en mí.—¿No tienes hijos?— Liberar sin más preámbulos y, como temía, se rió—¿Qué sentido tiene esa pregunta?— Por supuesto que no lo dijo con risas.—Bueno, solo pensé que... ¡No estoy diciendo que un niño sea un accidente! Solo pensé que tienes más de cuatro siglos de existencia...—Deja de vagar. ¿A dónde quieres ir?—¿Ninguna chica quedó embarazada por accidente?— ¿Nunca? ¿Seguro?Su cara cambió de repente, pasó de parecer gracioso a parecer de alguna manera.