—De verdad, ¿Sigues molesta?¡En serio! Maldito estúpido, ¿cómo te atreves a preguntarme que después de haberme dejado aquí sola y encerrada durante una semana, déjame ponerme al día?Ha pasado una semana desde el trato que hice con Marshall y no había oído nada de él hasta ahora. Esta mañana, cuando bajé a desayunar, lo encontré sentado en el comedor como si no pasara nada, ¡y cuando me vio trato de besar!, que cree que después de haberme dejado aquí a solas con esa bola de tontos que me cuidó el trasero las 24 horas del día, ¡encerrada sin siquiera poder salir al jardín! Volviendo al tema, cuando trató de besarme, lo abofeteé y el tonto comenzó a reírse, ahora estamos desayunando casi en silencio, con su mirada y su sonrisa cínica sobre mí mientras lo golpeaba con mis ojos.—Vamos, Piper, —cambia de ese lado soltando el tenedor y suspirando mucho—. Nunca dejé claro cuándo comenzaría nuestro trato, además de que nada me garantiza que no escaparás tan pronto como te dé la espalda—¡Lo
Su mano continuó masajeando mi punto sensible hasta que inevitablemente mis piernas comenzaron a temblar, así que se acercaba, me besó mientras todavía me tocaba, enredó mi mano en su cabello y la otra en su caderaRespondí al beso sintiendo la necesidad de más y más, sus labios ya no eran suficientes para mí y su mano sentía muy poco por lo que yo quería.—Prosigue— Ah—gemí entre sus labios.La presión en mi estómago creció junto con el calor en mis pies, arqueé mi espalda cuando sentí que venía. Justo cuando sentí mi liberación, su mano se detuvo igual que sus labios.—Vaya, ¿por qué te detienes?— Me quejé en un lloriqueo lleno de frustraciónNo recibí respuesta, todo su cuerpo se había detenido, abrí los ojos y encontré los suyos, sus pupilas dilatadas y el rojo brillante , sus ojos estaban bien abiertos, parecía asustado, sus ojos volvieron gradualmente a su gris natural, sacudió la cabeza sacando la mano entre mis piernasNegó frenéticamente con sus ojos como placas tirando de su
—Solo puedo tener hijos con mi esposa, la mujer que llamo, mi luna, cariño—, se sentó en la hierba frente a mí con una mini sonrisa ladina.En ese momento me vino a la mente una duda, ¿será muy extraño si le pregunto algo así?No pierdes nada al intentarlo.Tal vez sería incómodo e indiscreto, pero como esta duda, tampoco es que me importe mucho, aunque teniendo en cuenta que soy tu luna, ¿tengo derecho a preguntar? Tal vez la pregunta suene extraña y terminé riéndome en la cara.—¿Qué te parece?— Preguntó con la mirada fija en mí.—¿No tienes hijos?— Liberar sin más preámbulos y, como temía, se rió—¿Qué sentido tiene esa pregunta?— Por supuesto que no lo dijo con risas.—Bueno, solo pensé que... ¡No estoy diciendo que un niño sea un accidente! Solo pensé que tienes más de cuatro siglos de existencia...—Deja de vagar. ¿A dónde quieres ir?—¿Ninguna chica quedó embarazada por accidente?— ¿Nunca? ¿Seguro?Su cara cambió de repente, pasó de parecer gracioso a parecer de alguna manera.
PIPEREl miedo corrió por mi columna vertebral, me retiré lentamente cuando vi sus ojos ponerse de un rojo intenso.—No puede ser—extiendo las manos hacia él en un intento de mantenerlo alejado. Tengo un gruñido como respuesta—No te acerques— tartamudeó viendo de horror cómo sus colmillos sobresalían de su boca.Y como era de esperar, en un segundo se rompió la ropa y se convirtió en el enorme lobo, arqueó la espalda mostrando sus colmillos gruñendo como un perro furioso a punto de abalanzarse sobre su objetivo.— Me perteneces, perteneces aquí—Lo escuché gruñir dentro de mi cabeza — Estarás muerta antes de que yo sea libre.—Esto es un secuestro—, traté de razonar. —No puedes hacerme esto.—Si puedo, hicimos un trato.—El trato es entre Marshall y yo—aclaro.Me obligué a ponerme de pie, él no se mantuvo avanzando y estaba convencido de que no debería retroceder, no puedo confiar en que no me haga daño, pero ¿qué voy a perder? Absolutamente nada—Nada hay entre Marshall y tú, todo lo
Una vez que todos se formaron frente a mí. Charlie y Peter estaban de mi lado, cedí el control a mi lobo interior, pero sin permitir que se convirtiera.Había más de treinta hombres aquí y ninguno de ellos podía sentir su sucio olor—gruño—. Inclinaron la cabeza.—Mi mujer estaría muerta si no fuera por nosotros.—Su olor era débil, no pensábamos que estaría tan cerca—, se disculpó.—Son una bola inútil—, dije, —¿Debería encerrarlos en las mazmorras?—Marshall , estás exagerando—, dijo Charlie. —Estoy seguro de que no volverá a suceder, ¿verdad?— Preguntó y todos respondieron con un sí.—Esto es inútil, deberíamos buscar una manera de mantenerla guardada—, comentó Peter.Asintió. —Vuelvan todos a sus puestos, mantente alerta y avísame de cualquier anomalía.Sin decir nada más, me devolvió el control.—vamos a mi oficina— Los señalé y ambos asintieron.Me acompañaron en silencio a través de los pasillos, me detuve frente a mi habitación, el pulso de Piper todavía está tranquilo y su me
PIPER—¿acaso tu lobo interior me odia? — cuestioné fijando mi mirada en sus ojos. —No—negó manteniendo sus ojos fijos en los míos— yo tampoco lo entiendo a veces, pero en ocasiones puedo sentir lo que él siente y lo que lo lleva a hacer como es—dijo desviando la mirada fuera de la ventana.—Dime entonces por favor—supliqué—porque lo único que yo veo en sus acciones es odio hacia mí.Marshall no dijo nada por unos segundos, contempló la luna y luego asintió, se acostó boca arriba y estiró su brazo derecho, parecía un chico muy pensativo. —Ven—me llamó señalando su brazo.Levanté una ceja ante su petición. Como si horas atrás no nos estábamos gritando como locos.—Hay muchas cosas que aún no sabes, estaba tan feliz de tenerte de vuelta a mi lado te olvide mostrarte mi mundo, no hagas preguntas, te diré todo a su tiempo— fruncí el ceño escuchando sus divagaciones— primero debes de entender la bestia que llevo dentro, o al menos saber lo que él siente no es odio.—¿Para eso nec
Los golpes en la puerta me dieron el agradable saludo de los buenos días—Sarcasmo—me moví de la cama a para estirarme, al tocar a mi lado noté que ya no estaba conmigo, me fue inevitable no decepcionarme al saber qué Marshall se había ido. Ni siquiera recuerdo en qué momento me había quedado dormida .Los golpes en mi puertas volvieron a sonar, así que de mala gana me puse de pie y la abrí. —Buenos días—Saludé de malas ganas y con una sonrisa falsa—¿Puedo ayudarte en algo?—le pregunté al chico alto de cabello negro que estaba frente a mi. —Su desayuno está servido, señora,—dijo sin ni siquiera verme a los ojos. —Gracias, no te preocupes que iré en un momento—volví a entrar, pero antes de cerrar noté que el no se había movido—puedes retirarte—indique, se inclinó y luego se fue. Luego de quince minutos y una ducha salí de mi habitación, fruncí el ceño mientras cruzaba por los pasillos observando a los hombres parados firmes en cada esquina, puerta y escalera ñ, hu yerno una pequeña
MARSHALL cansado me dejé caer en la silla, supongo que la expresión en mi cara desagradable porque luego de analizarme el rostro preguntó:—¿No estás feliz de verme?—Lo estoy.—Se nota— ironizó frunciendo levemente sus cejas—¿está enfadado por algo?—No, sólo estoy cansado—suspiré—mejor cuéntame ¿que tal te ha ido?— no es como si me importara en realidad, no estoy de humor para un interrogatorio.—Bien, fue lindo tomarme un descanso de la manada— habló sonriendo.—Pues bienvenida.—Cuéntame de ti, no he sabido mucho en estos últimos meses— divagó mirando por la ventana—Estaba ocupado—me limité a decir.—Lo sé, has estado muy ocupado últimamente— comento aún sin mirarme— lo que me sorprende es tu humor, pensé que estarías feliz— noté en su voz que lo insinuaba.—Ya lo sabes.—Peter me lo contó en el camino— asintió—¿acaso no me lo ibas a decir?—Gaby—una lágrima rodó de sus ojos, rápidamente la limpió.Esto es muy incómodo, he llegado a ser cruel con todos incluso con las personas