Los golpes en la puerta me dieron el agradable saludo de los buenos días—Sarcasmo—me moví de la cama a para estirarme, al tocar a mi lado noté que ya no estaba conmigo, me fue inevitable no decepcionarme al saber qué Marshall se había ido. Ni siquiera recuerdo en qué momento me había quedado dormida .Los golpes en mi puertas volvieron a sonar, así que de mala gana me puse de pie y la abrí. —Buenos días—Saludé de malas ganas y con una sonrisa falsa—¿Puedo ayudarte en algo?—le pregunté al chico alto de cabello negro que estaba frente a mi. —Su desayuno está servido, señora,—dijo sin ni siquiera verme a los ojos. —Gracias, no te preocupes que iré en un momento—volví a entrar, pero antes de cerrar noté que el no se había movido—puedes retirarte—indique, se inclinó y luego se fue. Luego de quince minutos y una ducha salí de mi habitación, fruncí el ceño mientras cruzaba por los pasillos observando a los hombres parados firmes en cada esquina, puerta y escalera ñ, hu yerno una pequeña
MARSHALL cansado me dejé caer en la silla, supongo que la expresión en mi cara desagradable porque luego de analizarme el rostro preguntó:—¿No estás feliz de verme?—Lo estoy.—Se nota— ironizó frunciendo levemente sus cejas—¿está enfadado por algo?—No, sólo estoy cansado—suspiré—mejor cuéntame ¿que tal te ha ido?— no es como si me importara en realidad, no estoy de humor para un interrogatorio.—Bien, fue lindo tomarme un descanso de la manada— habló sonriendo.—Pues bienvenida.—Cuéntame de ti, no he sabido mucho en estos últimos meses— divagó mirando por la ventana—Estaba ocupado—me limité a decir.—Lo sé, has estado muy ocupado últimamente— comento aún sin mirarme— lo que me sorprende es tu humor, pensé que estarías feliz— noté en su voz que lo insinuaba.—Ya lo sabes.—Peter me lo contó en el camino— asintió—¿acaso no me lo ibas a decir?—Gaby—una lágrima rodó de sus ojos, rápidamente la limpió.Esto es muy incómodo, he llegado a ser cruel con todos incluso con las personas
Me dolió y no pude evitarlo, sus palabras fueron como bofetadas, el silencio de Marshall se sintió peor, la forma en que se aferró a él sonriendo y no dijo nada sirvió como recordatorio, apenas y lo conozco, hasta ahora no había sabido nada de sus padres, ni si tiene hermanos, tampoco que sé si tiene amigos,—Mmm…—Tartamudeé sin saber qué decir, no tengo nada que decir.—Lo que sea, voy a saludar a María —, se despidió y entró en la mansión.— Luna— Murmuró Marshall cuando estábamos solos.— Piper — Corregí tratando de mantener mi tranquilidad — Mi nombre es Piper , no sé de dónde sacaste eso... es ridículo.Sabía que no iba a poder, estoy furiosa y ridícula... Celosa o algo as.—Entiendo que estás molesta, pero realmente no tienes nada de que estarlo—dijo, supongo que en un intento de calmarme. —Ella es...—No me importa—, corté, —No tienes que explicármelo, no somos nada, no te preocupesTenía la intención de darme la vuelta, tengo que ir a mi habitación y no salir de allí hasta qu
Cada acto es más decepcionante que el anterior, una sensación que había estado ignorando ganó fuerza.Como única hija, siempre lo había tenido todo, aunque la muerte de mi madre lastimó, mi padre estaba a cargo de llenar ese espacio, nunca extrañé su beso de buenas noches porque papá siempre estaba allí envolviéndome y luego dejándome un beso en la frente, tampoco extrañé a una amiga con la que tuviera la confianza para decirle todo, por eso tenía a papá era como un confidente siempre, mi primer período, no lamenté decírselo, el primer niño que me gustaba, me aconsejó.Siempre fui la primera y única opción para mi padre y mis amigos, así que nunca supe lo que se sentía que alguien te dejara para ir con otra persona.Rodé sobre la cama, apreté la almohada en mi pecho y sumergí mis pensamientos en las profundidades de mí.Él Se fue, la echó, pero aún así se disculpó y la persiguió “ella no puede irse a casa sola”Mi padre también me enseñó a ser caprichosa, me enseñó por su mala suert
MARSHALLMiré el reloj de pared por tercera vez. 9:37 y todavía tengo un montón de papeles que leer y firmar antes de irme a dormir.Se supone que Peter debe hacer este tipo de trabajo, pero está decidido a no dejar a su ser humana, no es tan malo, me funciona despejar mi mente.—Salir a estirar las piernas también funcionaría—, se quejó Mi lobo interior, pero ignoré cómo lo he estado haciendo durante los últimos días, él es lo último con lo que quiero lidiar en este momento.Sabía que con Gaby aquí algunas cosas serían complicadas con Piper, pero no pensé tanto. Es tan caprichosa y es imposible hacerle entender algo en el buen sentido.¿Es tan difícil entender que todo esto es para su bien? Gaby es una cazadora experimentada, mucho más que cualquier cachorro aquí, incluso mejor que Peter. Puede sentir el olor de Max o de cualquiera de sus especies a millas de distancia.Además, no puedo hacer que María le lance un hechizo protector porque “eso afectará a su valiosa libertad”.Un
Al despertar por la mañana Marshall ya no estaba a mi lado. Rodé en la cama abrazando la almohada que aún tenía el olor de él impregnado.Odié no poder verlo al despertar pero estoy de buen humor y no dejaré que eso me dañe el día.Me mire en el espejo del armario, la camiseta es grande, cubre mi trasero a la perfección, sonreí ante la imagen.¡Me quedaré con su camiseta!Tomé mi ropa y salí de su habitación aún con su camiseta puesta, me arrepentí al cruzar el pasillo que había olvidado está lleno de lobos que aunque evitaron mirarme sé que lo hicieron al darles la espalda.Me apresure a llegar a mi habitación, una vez ahí me di una ducha. Dejé la camiseta de Marshall sobre la cama con la intención de utilizarla como pijama al llegar la noche, escogí una falda short negra y una camisa corta de botones al frente, dejé mi cabello húmedo suelto y baje al comedor para desayunar.—Buenos días— saludé con una enorme sonrisa en el rostro, incluso le sonreí a Gabi quien ya estaba sentada des
Efectivamente, nadie estaba feliz: Ben tiembla que una gelatina, Ian no deja su sermón y por lo que vi desde la camioneta cuando cruzamos las rejas, el pulgoso tampoco lo está.Antes de que Ian se estacionara pude ver en el umbral de la puerta a Marshall parado con los brazos cruzados.— Va a degollarme— balbuceó por cuarta vez Ben.Abrí la puerta sin molestarme en tomar la sombrilla que Ian me ofreció.Estoy empapada ¿Para qué sombrilla? Charlie le indico a Ben que bajara del auto y este aún con miedo lo hizo.Conforme me fui acercando note que tras Marshall, apoyada en las escaleras estaba Gaby con mala cara y a la izquierda está María con la misma cara.La expresión furiosa de Marshall me puso nerviosa así que sonreí en un intento por calmarme o calmarlo, lo que funcione.— Pensé que no volverías para el almuerzo.— dije intentando sonar relajada.No presto atención a mis palabras, iba por media oración cuando él camino en mi dirección, con la diferencia que su atención no estaba
Furiosa y con la presión a mil, volví a entrar hablando mierda y media con toda la intención del mundo de que ella me escuché. De Marshall lo he aprendido, no importa que bajito hablé si está cerca va a escucharme. Ya es bastante malo lo que Marshall le hizo, entiendo su preocupación, pero eso no era excusa, fui yo quién lo saco así que fue mi culpa y si algo me hubiera pasado también habría sido por mi culpa. Por desobediente, no tenía por qué desquitarse con Ben.Pero que ella que no pinta nada aquí, apenas lleva tres días y ya se cree con el derecho de venir a golpear a quien se le pegue la gana solo porque si, eso sí que no. Entre a la cocina donde estaba María, como ya lo esperaba, ahí encontré a la pelirroja sentada muy Tranquila.Reía hablando con María, cuando me vio me barrió con la mirada de forma despectiva y continúo riendo alegremente. Mi autocontrol se fue a la mierda al verla como si nada, sin mostrar el más mínimo interés a lo que había hecho.— Ve y discúlpate con