Liesel llegó a su casa, y solo deseaba hablar con Tatiana, así que corrió a su habitación para tener privacidad y poder desahogarse, era tarde pero sabía que siempre podía contar con Tatis, quería que su amiga le dijera que la decisión que acababa de tomar había sido la correcta, a estas alturas no estaba completamente convencida, talvez fue que bebió demasiado, o darse cuenta de que Steiger no paraba de jugar con ella, o de su necesidad de tener a alguien en su vida antes de dejar este mundo, o tal vez fuese todo en conjunto, no sabría decir, solo sabía que ya no estaba segura de nada. Después de que todos se marcharan, Derek se dirigió a la biblioteca de la mansión Steiger, desde siempre había sido su lugar favorito. Derek se dejó caer de espaldas en el elegante sillón de piel detrás del enorme escritorio de roble que era la piez
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