Naiara caminaba en silencio al lado de Aysel, observaba su aspecto de reojo, lo venía haciendo desde que habían partido, recordaba lo impresionada que se había sentido cuando luego de aquel arranque de arrogancia y grosería que él había manifestado, se paró algunos metros delante de ella, e inspiró con mucha energía, como si estuviera renovando el aire de sus pulmones, el cabello plateado que tanto había admirado comenzó a oscurecerse, que se erguían sobre su cabeza desaparecieron, dando paso a su aspecto humano, él estaba de espalda, por lo que no pudo ver sus ojos, pero estaba segura que el dorado de ellos había declinado en intensidad, las manos ahora dejaron de mostrar garras y fue evidente que parecía un poco menos imponente de este modo.-¿Qué es lo que tanto miras?...- le dijo con un tono molesto, sin observarla, con la mirada fija en el camino enmarcado en árboles que ahora seguían.No pudo responder de inmediato, llevaban cerca de tres horas caminando y él no había dicho ni u
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