Valentino, se sentó frente al doctor, quien lo miraba de manera interrogativa, pasaron unos minutos ninguno se atrevió a hablar.El doctor Quezada, temía que esta situación afectara la salud de su paciente, que afectara su pronta recuperación, pero no podía hacer nada, el hombre, frente a él, estaba completamente nervioso, como si su esposa hubiera sido la que estuvo en esa camilla.Finalmente hablo.—Valentino, ¿puedo llamarte Valentino?—No hay problema, dime—Sabes que hace poco tomé el caso de tu esposa, su doctor anterior falleció y tuve que hacerme cargo de todos sus pacientes, pero hay algo que me preocupa mucho.—Dime, habla sin rodeos.—Está bien, ¿Por qué no extirparon el útero de Maritza?—Tengo una nota del médico anterior que dice, que ella se negó debido a que tú querías más hijos y por eso accedieron al tratamiento de quimioterapia, lo que no entiendo es por qué tomaron esa decisión, cuando lo más fácil hubiera sido erradicar por completo el tumor.—¿Cómo?, ¿por mi culp
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