Seguía perdida en mis pensamientos, tanto que no me di cuenta de que ya no me encontraba sola. —¿Puedo acompañarte? — una vos peculiar hacía eco en la tranquilidad de la noche, él se acercó a mí y dejo a mi lado una botella de tequila, — Como en los viejos tiempos, ¿lo recuerdas hadita? — voltee la mirada de la calle hacia él, — Sí, lo recuerdo— tomé la botella y le di un trago como en nuestros juegos del pasado, me puse de pie y se lo extendí, él hizo lo mismo, — Creo que debemos hablar, ¿no te parece? — me dijo, volviendo a pasarme la botella, — Eso depende… si quieres hablar con un fantasma, una amiga o una vagabunda. Ahí estaba lo había dicho sin más, Luca solo soltó un pesado suspiro, antes de continuar — Lo siento, no debí decir eso. — No debiste, pero lo hiciste— le recalqué con disgusto, — Lo sé, merezco que estés enojada, pero entiéndeme; volver a verte, ver ese momento, saber que él está con ella ahora, fue una mezcla de muchas cosas— no pude evitar eno
Leer más