22. Deja que la magia fluya
-Solo déjalo fluir, no tienes que forzarlo -Lynette tomo la mano de Amara, la sintió temblar, se veía muy nerviosa- estas muy tensa, tienes que relajarte.Amara cerro los ojos, deseaba con todas sus fuerzas ayudar a su padre, pero no sabía muy bien cómo hacerlo, recordó lo bien que se sentía cuando, desde pequeña se escapa para nadar en el rio, recordó también, que cuando se sentía triste o sola, cantaba mientras flotaba sobre el agua y podía sentir una sensación de mucha fuerza y calidez que la hacía sentir plena, llena de luz y feliz.Empezó a tararear una canción, poco a poco se fue relajando y esa sensación de calidez y fuerza la fue llenando, cuando abrió los ojos, tomo un poco de agua entre sus manos y empezó a pasarla de una mano a otra, entonces sucedió algo muy extraño, el agua entre sus manos tomo la forma de una esfera de cristal, el rey la veía sorprendido, Amara, al observar el miedo en los ojos del rey le hablo suavemente para calmarlo.-Papa cierra los ojos, confía en m
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