Mientras tanto Amara y Alastar, estaban revisando y acordando los planes para su viaje, el rey Robert se les acerco.- ¿Ya tienen todo listo para su viaje al reino de Cyra? -pregunto el rey- sigo insistiendo que tu no deberías ir - dirigiéndose a Amara-Entiendo tu preocupación padre, pero necesito hacerlo, no puedo pasar más tiempo sin saber de William -El rey suspiro dándose por vencido, le dio un abrazo y comento-Te entiendo, yo haría lo mismo… cambiando de tema, ¿dónde están tu tía y el príncipe Tomas? no los veo desde la mañana-Los vi hace un par de horas… -respondió ella, con una sonrisa pícara.− Tomas me pidió hablar contigo, para aclarar un malentendido… -exclamo el rey-Creo que ese malentendido, ya quedo resuelto -respondió Amara con una risita- además ya puedes dar por terminado el dichoso compromiso-Que buena noticia!! -Exclamo el rey-Estoy de acuerdo -dijo Alastar- esa es una excelente noticia, ¿qué paso? ¿Qué hiciste para convencerlo de romper con el compromiso?-Yo
De nuevo se escucharon murmullos dentro de la casa, la puerta al fin se abrió y una mujer mayor apenas asomo la cabeza, dirigió su mirada a Amara y luego a Alastar que la acompañaba-Tu eres Amara? -pregunto la mujer, con desconfianza, la princesa se quitó la capucha que cubría su cabello-Así es señora, mi nombre es Amara, soy amiga de su hija y la prometida del príncipe William.-Puede pasar, pero solo usted -dijo la mujer dirigiéndose a Amara- él tiene que esperar afuera-De ninguna manera -intervino Alastar-Está bien papa -lo tranquilizo Amara- estaré bien, además si no salgo rápido, no dudo que puedas tirar la puertaLa mujer vio a Alastar con miedo, mientras Amara le dirigía una sonrisa-Estoy bromeando, no se preocupe, nuestras intenciones son buenas -dijo Amara tratando de tranquilizar a la mujer-Está bien, pasa -la mujer abrió la puerta, y en cuanto ingreso Amara, la cerro, rápidamente, adentro estaba otra mujer con el rostro cubierto, y un niño de unos doce años, que empuñ
-Está bien alteza -aceptó Amara después de unos minutos- lo entiendo, vendrá con nosotros a rescatar a William.-Yo llevare a la reina al campamento, organizare que un grupo de guardias la escolte hasta el castillo de Laziria -explico Alastar- allí estará a salvo.-Yo tampoco quiero irme -replico la reina-Mi reina -dijo el rey tomándola de las manos- yo voy a rescatar a nuestro hijo, y nuestro reino, pero necesitamos que tu estes a salvo, ve con ellos, ya verás que pronto estaremos todos juntos de nuevo- ella lo beso.-Hija, cuida de este necio esposo mío -suplico la reina, dirigiéndose a Amara- y rescaten a mi hijo, regresen los tres sanos y salvos.-Claro majestad -respondió Amara- daré mi vida por ellos si es necesario-No quiero perder a ningún miembro de mi familia -replico la reina- te dije que te considero mi hija y lo sostengo, ahora somos familia, y quiero a toda mi familia reunida de nuevo, eso te incluye a ti, así que cuídate tú también.-Gracias alteza -Amara la abrazó co
Amara abrió los ojos y todo lo que podía ver era oscuridad no sabía dónde estaba, el dolor en su pecho era insoportable, se incorporó, tratando de recuperar el aliento, las lágrimas rodaban por sus mejillas, tenía el rostro empapado con una mezcla de sudor y llanto, ella seguía llorando, en su mente se seguía repitiendo la voz de William, diciéndole a Yelena que la amaba, el ruido de una puerta abriéndose la hizo sobresaltar-Princesa se encuentra bien? -Yilda preocupada ingreso a la habitaciónAmara no podía hablar, solo se abrazó a la mujer, Yilda entendiendo que pasaba la abrazo con fuerza, tratando de consolarla-Todo está bien, solo fue una pesadilla, tranquila -decía Yilda acariciando la espalda de Amara- la escuche gritar princesa, pero ya paso, ya paso-Fue… fue muy real -sollozo la princesa- se sintió demasiado real-Eso pasa con los sueños, pero solo son eso… sueños, lo que haya sido, no fue realYilda le preparó un té, tratando de calmar a la alterada princesa.−Trata de de
−Todos debemos pagar un precio por el mal que hagamos -explico Amara- incluso si lo hacemos en venganza, todos debemos pagar −En mi caso ya lo pagué por adelantado… -una lagrima solitaria rodo por su mejilla- y aunque no fuera así, estoy dispuesta a pagar el precio, con tal de verla destruida. −Ella pagará Camila, eso tenlo por seguro −Eso espero -respondió Camila- ahora vamos, yo me encargo del guardia Ambas caminaron por el pasillo que conducía a la torre, este estaba apenas iluminado por unas antorchas, enclavadas en las paredes, un guardia de mirada fría y gran tamaño, vigilaba la entrada. −Espera mi señal, te avisare cuando puedas pasar -explico Camila Amara se escondió, mientras Camila se acercaba, caminando sensual y de manera provocativa dirigiéndose al guardia. −Que haces aquí, sabes que esta parte del castillo está prohibida -regaño el guardia −Lo sé, pero no podía dormir y pensé, ¿porque no hacernos compañía?, tu estas solo, yo estoy sola, talvez se te ocurra algo qu
Caminaron por los pasillos de la torre norte, avanzaron sin dificultad, a pesar de la poca luz, tenían la ventaja de que William conocía muy bien todo el castillo, bajaron un tramo de escalinatas, hasta llegar a un gran salón, éste estaba prácticamente vacío, lo único que había era una hermosa mesa redonda en el centro decorada con un hermoso candelabro dorado, las paredes estaban adornadas, con varias pinturas muy grandes, donde se podía apreciar retratos de los ancestros de William, eran por lo menos veinte retratos de los antiguos reyes de Cyra, el salón también tenía unos grandes ventanales, en los que se podía apreciar un bellos vitrales. −Solía venir aquí cuando quería estar solo, y que nadie me molestara -explico William- ¿ves esos vitrales? −Si, son hermosos -respondió Amara −Espera a verlos con la luz del sol, los destellos de colores que inundan el salón, le dan un aspecto mágico, y todos esos retratos que ves, son mis antepasados, los antiguos reyes de Cyra, este es el s
Yelena respiraba agitada, furiosa, tirando todo lo que encontraba a su paso-Donde te escondes William? ¡He de encontrarte, así tenga que incendiar todo este maldito castillo! -se escucharon sus pasos moviéndose por el salón- ¿con que este es el salón de los reyes no?... Que ridiculez, todos estos retratados de los reyes y reinas del pasado, jajaja, será lo primero de lo que me deshaga y la idea del fuego me parece gratificante, ya puedo imaginarme todo este lugar envuelto en fuego, todos estos horribles retratos devorados por las llamas, borrándolos de la historia, limpiando, purificando todo… jajajaja como lo voy a disfrutar.−Su majestad -interrumpió otro guardia- tenemos noticias desde la frontera.−Espero que sean buenas noticias -respondió la reina- vamos con el capitán, pero antes encárgate que venga alguien a quemar esta torre, será lo primero que arda en llamasWilliam y Amara, soltaron un suspiro, al escuchar los pasos de todos, saliendo y alejándose del lugar.−No podemos q
−Donde estas? -preguntaba entre sollozos, se le ocurrió una loca idea y se sumergió lo más que pudo y luego grito llamándolo, su grito, no fue audible por el agua a su alrededor, pero se formaron burbujas enormes que se dispersaron por todos lados. Se concentro de nuevo, no sabía si el agua podría ayudarla a encontrarlo, pero debía intentarlo, espero un poco, pero nada paso, volvió a sumergirse, y volvió a gritar llamando a su amado príncipe, de nuevo se formaron burbujas gigantes que salieron en todas direcciones, subió de nuevo a la superficie, deseando poder verlo, iba a sumergirse de nuevo cuando le pareció ver una silueta flotando a pocos metros de donde ella estaba. Amara nado lo más rápido que pudo, las olas del mar parecían ayudarla y la acercaban a él, la silueta que flotaba boca abajo parecía sin vida, al acercarse lo suficiente pudo reconocer a William, lo giro rápidamente, estaba pálido, inconsciente, él no estaba respirando, a pesar del pánico que la invadió, trato de ma