Los siguientes días me deprimí tanto que no quería salir de mi habitación, el humor del alfa Marchal estaba por las nubes, nadie lo toleraba, ni yo podía contenerme. Ya que me obligaba a salir de mi cama para que comiera, se que lo hace para ayudarme, pero necesitaba estar sola. No podía dejar de pensar en Isaac, quería tenerlo conmigo. Sin embargo mi corazón se afligia al recordar que pronto llegaría la fecha de su boda. Hoy no era un dia especial pero Marchal me ha sacado a arrastra del apartamento muy emocionado, mientras conducía hasta el hospital. No voy a ocultar ese sentimiento de tristeza que me invadió cuando al entrar a la sala, vi a unas cuantas madres sostener su barriga que deja claro sus embarazos avanzados.No me incomodaban ellas, sino la romántica escena donde están acompañadas de sus atentos esposos. Yo miré a un lado y solo Marchal me acompañaba, esperando impaciente su turno. Fue difícil convencerlo de mantener el orden de llegada, ya que por ser el alfa tenía pe
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