Cap. 20
Los nervios eran notorios en Alba, que miraba una y otra vez la puerta de entrada de la estación de trenes, su viaje duro alrededor de dos horas las suficientes, en dónde se pudo entretener con un libro que su Madre le dio, para cuando estuviera sin hacer nada, en eso la pelirroja era muy feliz al leer; es uno de sus tantos pasatiempos, porque el primero lo gana su caballo Müller. Eso la hizo sonreír, porque al mirar su reloj de muñeca, sintió algo de impaciencia; pero debía esperar, es seguro que su amiga Olivia tuvo un retraso en su trabajo o eso pensó; antes de cerrar el libro que tenía en sus manos, la figura de su amiga apareció frente a ella, descubriendo su vestimenta de trabajo lo supo por su falda negra, camisa manga larga blanca, unido a su chaleco de color amarillo con el logo de la empresa o eso imagino Alba antes de colocarse de pie y recibir el abrazo de su parte. Fue inevitable no oír su voz de alegría, tanto que ella se sintió más tranquila de volver a verla.
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