— Permiso - Alicia estaba en la puerta, con una bolsa de tienda en la mano — Pasa Alicia - le sonreí — Yo supuse que no se iría a casa, así que le traje esto - me extendió la bolsa y yo la recibí, en ella había una muda de ropa, bastante linda. Me agradaba demasiado está chica — Gracias Alicia pero no debiste molestarte - le sonreí — El señor Ethan, me autorizo hacerlo — Creo que tomare una ducha abajo, gracias otra vez - lo genial de trabajar en una empresa tan grande como esta, es que se preocupan de la salud de sus empleados y por ello instalaron un gimnasio en un par de pisos más abajo, claro que yo nunca lo ocupaba porque era demasiado floja para hacer ejercicio, pero las duchas del gimnasio en este momento me parecían la mejor ocurrencia de la vida - Si, eso es lo que necesito. <
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