— Luces como una niña pequeña – dije mientras la ayudaba a sentarse, la recepcionista se retiró luego que ambos le diéramos las gracias.
— Estefanía lo eligió por mí – dijo algo incomoda – yo simplemente me ocupe de sacar la grasa de mi cara. – sonrió y pude notar una pequeña mancha negra en su barbilla, me acerqué para quitarla con una servilleta y ella se quedó inmóvil un segundo
— Si, definitivamente luce como algo que tu no usaría, aunque luzcas hermosa con el – el mozo llego con el postre que antes había pedido y trajo los menús
— Bienvenidos a Gales Royal, mi nombre es Marcos y seré su mozo el día de hoy, cuando estén listos para pedir volveré. – dicha su frase se retiró.
— Donde aprendiste lo del auto. – ella sonrió de lado. Y
— Dylan te dije que estamos atrasados – levante la voz para que me escuchara desde donde sea que estaba – Vamos, que llegaremos tarde.La locura matutina con mi hijo, es algo que disfruto mucho, básicamente porque son pocas las veces que podemos estar juntos. Pero hoy nos quedamos dormidos y esta locura es simplemente suprema había olvidado arreglar la alarma para ajustarla al horario de mi hijo luego de que Ethan nos dejara en casa sobre las diez. Dylan había ido directo a la cama totalmente agotado y feliz.— Voy mamá- Dylan apareció corriendo con la mochila colgando de sus hombros. Lo tomé de la mano cerré la puerta y corrimos escaleras abajo. Cuando llegamos al portón del edificio escuche una bocina posiblemente de algún vecino de los alrededores en la misma situación que nosotros, pero mi hijo se volteo atento a mirar – Mira mamá es Ethan –
— Estas pasando la línea con tus comentarios – molesta se retiro— ¿Porque no me dejas ayudar? – le reclame— Ya te lo dije, es peligroso—¿Y para ella no? – grite con rabia— Ella sabrá como cuidarse, además es nueva no causara sospechas al investigar – sonrió satisfecho con su plan, tan engreído como era quería golpearlo— Disculpen – Alicia apareció en la puerta de la sala y capto nuestra atención, pero no pareció muy cómoda al darse cuenta de la tensión en el ambiente – alguien le requiere en su oficina— Voy enseguida – le interrumpió Ethan algo tenso, pero Alicia pareció contrariada— No, no a usted señor Ethan a la señorita Chloe – yo me sorprendí— ¿A m&
— Mamá, no puedes llevarte a Chloe, así como así de la oficina por si no lo has notado estamos trabajando – la señora Elena detuvo su andar - tendrás que esperar hasta la hora de salida.— He venido a aquí para conocer a Chloe, tu eres el jefe, has algo para que pueda salir con mi futura nuera – refuto su madre— Entonces mis empleados podrían sospechar y todo este tiempo de silencio no serviría de nada – la señora Elena pareció pensarse dos veces las cosas y aflojo un poco el agarre sobre mí.— Por favor señora Elena, prometió ser discreta y Ethan tiene razón – entonces aflojo por completo su agarre y pareció arrepentida.— Lo siento cariño, me he dejado llevar por la emoción. Pero tienes razón – suspire aliviada – pero por favor, no me llames señ
— ¿Un hijo? — Pregunto asentí— Su nombre es Dylan tiene 7 años – Le di tiempo para que asimilara la noticia, pero luego de un rato muy silencioso ella comenzó a hacer cálculos.— Llevas trabajando casi cinco años en la empresa y entraste de manera muy rápida, existe la posibilidad de que ese hijo sea...— No – sabia hacia donde iba, ella creía que Dylan era hijo de Ethan y que gracias a eso había logrado entrar en la empresa – No, a Ethan lo conocí al entrar a la empresa y no antes, Dylan no es hijo de él.— Vaya – Note que no solo había algo de alivio en su mirada, algo más como añoranza la cubría – ¿Cuándo podre conocerlo? - Elena era una mujer que añoraba nietos y yo que me estaba preguntando si podría aceptar a mi hijo como su nieto algú
— Vamos Cami corre – Dylan animaba al porfiado de Camilo a correr tras la pelota mi San Bernardo de 6 años quien le ladraba juguetonamente feliz de que conocer a alguien nuevo – Vamos, ve por la pelota solo tienes que moverte un poco – insistió Dyaln sin rendirse.— Vamos Camino ve por la pelota – intente esta vez yo,Chloe que hasta ahora había estado sentada a la sombra una hamaca se levantó para tomar la pelota que un poco antes Dylan había lanzado para Camilo— Vamos grandote – sonrió mientras lanzaba la pelota, increíblemente Camilo se levantó alocado y corrió, pero no precisamente para llegar a la pelota, ni cerca, más bien se lanzó sobre ella, derribándole en el suelo.— ¡Mamá! – asombrados Dyly y yo corrimos a ayudarla con el gigante San Bernardo que ahora se encontraba
— ¿Muy cansado para una carrera? –— Nunca – le devolví la sonrisa y nos colocamos en posición – Tres vueltas a la piscina.— Bien— Si gano quiero un premio – ella enarco una ceja con curiosidad, pero no dije que era lo que quería.— Esta bien, si yo gano también querré el mío.— ¿Lista? – la vi asentir y comencé la cuenta – Uno— Dos— Tres – Ambos nadamos a todo nuestro potencial, en la primera vuelta le saque una buena ventaja pero al doblar me demore demasiado y ella solo dio una voltereta bajo el agua para seguir, entonces en la segunda vuelta me logro alcanzar para al llegar a la tercera dar una voltereta una vez más y sacar una brazada de ventaja pero un poco antes de llegar al final se detuvo dejándome como ganador - Gane &nda
— Despierta mamá – Dylan me movía suavemente – mamá, mamá – insistía sacándome de mi cómodo sueño, me removí un poco, pero tal parece que no fue suficiente para el – Tierra a mamá, tierra a mamá – ahueco su palma en su boca para hacerse escuchar atreves de las frazadas que me cubrían.— ¿Que pasa amor? – hable desde bajo estas.— Levántate mami, ya es de día – corrió lejos de la cama y luego sentí como se iluminaba un poco más la habitación – Mira, mira.— ¡Ah! - gruñí como un mounstro mientras me levantaba - ¿Por qué osas despertarme tan temprano vil alimaña? – mi imagen de recién levantada, mas mi cara de falsa furia y mis manos en forma de garra no hicieron más que hacer reír a D
Para ser mayores, los padres adoptivos de Maira resultaron bastante modernos, Francis trabaja como periodista en uno de los diarios más importantes, e Inés es decoradora de interior en una empresa que no solo se dedicaba al diseño de interiores, sino que además llevaba a cabo creaciones, ambos habían esperado por hijos, hasta que finalmente Maira llego a sus vidas. Ethan y Francis jugaron con los niños mientras Inés me mostraba su estudio, lleno de colores y bocetos de diseños, pasamos la tarde juntos y para la hora de irnos Dylan no quería soltar a Maira, alegando que la echaría mucho de menos. — Vamos cariño, volveremos en unas semanas luego de año nuevo y podrán jugar otra vez — Pero mamá — Dylan debes traerme un regalo de navidad – le sonrío Maira – yo también te tendré uno. — Mai – — Lo estaré esperando – Dylan asintió sin decir más – Adiós, nos veremos luego. — No vemos – la soltó luego