Ariel. Después del accidente no he vuelto ser el mismo, estoy cojo, pero es lo de menos, lo que más me duele es haber perdido el amor de mi vida, me duele no estar con ella y criar a nuestro hijo juntos, pero ya nada será igual entre nosotros, ella y mi hijo fueron mi motor para seguir adelante, aunque no estaba a mi lado sus llamadas me impulsaron a salir del hueco donde estaba. Al enterarme que no iba poder caminar como antes me sumergí en una depresión, saber que no iba poder correr con mi hijo, que no iba poder enseñarle a jugar fútbol o béisbol me hundió mas, no quería ser un lisiado pero recordé que lo hice por Arely, si no lo hubiera hecho quizás el accidente hubiera sido peor y ella hubiera muerto como lo quiso Valeria. Llegue
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