El viento soplaba moviendo los cabellos de los presentes. Estaban devastados luego de escuchar aquello. Una realidad latente que ninguno de ellos deseaba escuchar y mucho menos aceptar. ¿De verdad todo aquello había concluido con un asesinato? Gerard miraba con fijeza las palmas de sus manos. Había enviado a su hijo a la muerte debido a su propio descuido y de no ser por la aparición de Marlote, su segundo heredero probablemente hubiese sufrido el mismo destino. Angelica se sentía impotente, enfadada y, sobre todas las cosas le dolía el corazón. El hijo al que tanto rechazó por su aparente rebeldía había fallecido cumpliendo una orden de manera obediente. ¿Acaso podía demostrar una mejor lealtad que esa?Johnny iba después. Ni siquiera estaba en aquel grupo de personas. Había preferido aislarse y mirar en dirección al mar. Aquel oscuro y vasto océano que claramente resultaba en un infinito lugar, uno que en definitiva dejaba mucho espacio para que demasiadas cosas ocurrieran. ¿Por qué
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