Inicio / Romántica / El corazón del candidato / Capítulo 61 - Capítulo 70
Todos los capítulos de El corazón del candidato : Capítulo 61 - Capítulo 70
197 chapters
Isabela
Todos se quedan en silencio, mis papás mis hermanos están procesando el anuncio y mi prometido si llega a moverse de nuevo me mira con sorpresa, sus los brillan alegres y en sus labios se forma una sonrisa mientras se pone en pie y corre a llenarme de besos. —¿Vas... a...? ¿Vas a casarte conmigo? —pregunta Sergio. —¿En serio?—Sí, vas a ser un dolor en el culo. Voy a apestar como primera dama, pero, si es lo que quieres y como soy lo que quieres voy a quedarme—Replicó y sonrió. —¿Vas a quedarte?—Sí. —Bien —Respondió y sacó el anillo de su pantalón. Papá miró incrédulo a mi mamá y preguntó: —¿Qué pasa en esta familia? La puerta de casa se abre y el tío Sebastian le hace la misma pregunta a mi papá. —¿Tu hijo y mi hija? —preguntó el tío Sebastian. —¿Mi hijo y tu hija?—Estoy igualmente confundida—dice Julianne y los dos se encogen de hombros. —Yo igual—Dice Olivia. Sergio coloca el anillo en mi dedo anular lo veo y es increíblemente bonito. Un diamante en bruto tallado en for
Leer más
Sergio
Sergio La misa en honor los candidatos está llena de familias católicas y algunas no practicantes que quieren escuchar lo que el padre quiere decirnos, la prensa está aquí, todo está lleno y creo que hasta está siendo televisado. A mi familia y a mí nos han asignado un palco, el tío Alonso se ha comprado uno, el que casualmente reparó para la iglesia y el tío Cash igual. Todos llegamos al mismo tiempo y los más pequeños se quejan porque hay que saludar a demasiadas personas, llevan ropa que no les gusta o no sienten cómoda y tiene que portarse bien. Mi hermana no suelta la mano de Love, mientras Maximiliano y su novia llevan en cada una de sus manos a uno de los niños. Max carga a Lovey y Drake le da la mano a Milena, los dos comparten una sonrisa de complicidad y mi mamá me advierte que una boda, una campaña y un bebé es demasiado para una sola familia. Le doy un beso y un abrazo, luego saludo a mi hermana bebé y Olimpia me arregla el pelo. Mi papá y yo compartimos un rápido abrazo
Leer más
Sergio
Sergio Intenta pasar por su lado y evitar una confrontación, pero, me bloquea mi paso dos veces. Le miro a los ojos y él hace lo mismo antes de preguntar: —¿Tienes miedo de que hable?—No tengo nada que ocultar, estuve enamorado de ella mucho tiempo, estuve casado con ella y lo más importante, no hice nada con el fin de herirle. —La abandonaste Sergio, la usaste y la tiraste —grita y todos ponen su atención sobre nosotros. —No me estás intimidando, esta es la casa de Dios, a él es quién violentas. —me agarra del saco y grita en mi cara. —¡¿Tú que sabes de honor, lealtad o responsabilidad Sergio, si ni siquiera conoces el respeto!?—¡Usted pidió una anulación de mi matrimonio! —respiro profundo, y digo: —Rehice mi vida después de que anularan mi matrimonio, es la condición que me puso mi pareja y el favor que me pidió mi suegra, no hice nada malo. La cuidé todo el tiempo que pude y entiendo que esté en mucho dolor, pero, no es mi culpa. —Le recuerdo y sigo caminando.—No pudiste m
Leer más
Isabela
Isabela El fin de semana con nuestras familias no va mal, tengo toda la libertad de sonreírle a mi novio, pero, de jugar al té con mis sobrinas y me encanta esa sensación de paz. Por primera vez en toda mi vida mi papá adora a mi novio y todo es armonía. He sido antes la manager de mi marido. Sé lo difícil que es, así que me rehusó con Sergio temprano en la mañana antes de presentarme ante su equipo. —¿Qué pasa?—pregunta y se arremanga la camisa, vuelve a poner la atención sobre un papel y frunce el ceño mientras intenta leer. —Sergio, estás ciego. Necesitas lentes. —No necesito lentes, mi amor—niega con la cabeza y me sonríe de esa forma sexi y manipuladora en la cual sus ojos e iluminan. —¿Quieres que compartamos oficina?—Quiero hablarte de eso —aprovecho y le indico que tome asiento. —Trabajo duro, soy intensa, cansona, a veces repetitiva y soy muy mandona mi única misión es ganar. Voy a convertirte en presidente pero no soy un juguete sexual, no soy tu mujer, no nos gustam
Leer más
Isabela
Joseph Standley es un antiguo profesor que tras muchos años de trabajo se dio cuenta de que el cambio no está realmente en las aulas, tuvo un ascenso rápido en el Ministerio de Educación y trabajó demasiado duro por cada uno de los cambios que se han hecho hasta ahora, el problema empezó cuando dos de sus estudiantes más cercanas y queridas desaparecieron, luego fueron brutalmente asesinadas, mismo método, con una diferencia de ocho meses y sus padres encontraron como única persona en común a Joe. Lo único con lo que todos coinciden es que Joe tiene un carácter de mierda y por eso y por la acusación de los padres fueron ajuicio. —No las maté. Sus papás y yo estudiamos juntos, fuimos amigos, mis hijas eran amigas de estas dos niñas yo tengo un mal carácter, pero, ninguno de mis tres hijos o esposa pueden decir que les he hecho daño en ningún momento de sus vidas. Pagué una indemnización a las familias porque sé que todo el proceso los dejó mal económicamente, pero, no fui yo. —Mi a
Leer más
Sergio
Sergio Yo sé que el 100 % del éxito de mi campaña es el equipo, pero, Isabela tiene un pensamiento demasiado elitista. Le explico que soy consiente que no puedo quitarle la empresa pro ejemplo a los Pieth salomón porque son quienes brindan el material para muchas empresas, pero sí puedo asegurarme de que es porcentaje de personas actualmente desempleadas obtengan un puesto en las empresas ya existentes. ¿Qué está mal en querer aumentar la producción a manos de los Mainvillanas en lugar de mano de obra extranjera? Ella rueda los ojos y toma una bocanada de aire antes de mirarme y explicar su posición al respecto: —Los ricos dan trabajo a los pobres, pagan beneficios, cubren campañas políticas y asisten a beneficencias para demostrar su poder a lo largo de la campaña y donan dinero. Sin esta gente rica que ahora odias tanto no tenemos campaña Sergio. La gente rica cuando les tocas el dinero se van del país con sus empresas o te mandan a matar. Estoy intentando protegerte de la segun
Leer más
Isabela
IsabelaMi idea no era enseñarle a Sergio como hacer las cosas, sino probar cuánto se le podía majar el callo hasta que explotara, además desde la cámara puedo ver gestos que son muy comunes en él, pero la verdad hay algunos que él no sabe que existen. En las noticias se habla mucho de su experiencia militar por ejemplo, pero, siempre buscan tergiversar. Han hablado de lo poco que mueve una de sus manos al caminar y no tardarán en compararla con dictadores porque mi novio tiene esa pose seria de su familia paterna y el rostro dulce no puede ocultarlo. —Entiendo, siéntate aquí —Me pide Sergio, y me explica que lo va a decir como siempre y yo voy a explicarle la forma adecuada de responder. Me rio y hago lo que me pide. Sergio va discutiendo diferentes temas de su plan y todo dicho de una manera correcta suena perfecto, pero, hay una realidad que nunca va a poder mejorar, llamado el presupuesto nacional. El banco no va a expedir más dinero del que ya asigna para cada una de as acti
Leer más
Isabela
Isabela Al día siguiente desde la mañana hay mucho que atender, mi suegra está financiando a los abogados de una niña que fue asaltada sexualmente por su padrastro durante años. Ella agotada de la situación y el abandono de las autoridades asesinó de una forma cruel a su padrastro y ahora está afrontando una sentencia que puede dar como resultado muchos años de cárcel, su padrastro era uno de los encargados de seguridad de presidencia y su papá biológico un convicto. Fuimos a desayunar con mis suegros, Sergio y Sebastian están encantados con el caso y con la ayuda que su mamá le está dando a la muchacha, pero, el tío Sebastian es honesto y comenta que es mejor que todos conozcamos algunos detalles de la infancia de su madre. Se reúne con nosotros después de desayunar en la sala y los chicos insisten en formar parte de ello. Nos comenta que en la realidad Olivia también fue esa niña y nos entrega el reporte. Mi suegra no es una niña negra y el papá de esa niña no es un multimillonar
Leer más
Isabela
Estoy cansada y me queda tanto por hacer estoy en el punto en el que ya n sé si hablé con alguien o no y me urge dormir bien, sin discusiones, sin preocupaciones, ojalá un masaje y buen sexo del que lo deja a uno en coma de la nube de felicidad. Voy con un café hacia su oficina y su secretaria se disculpa para añadir otra revista de chismes en la que salimos. Pregunta si quiere que nos cancele las llamadas por unos minutos. Sergio le pide diez minutos conmigo y se disculpa para cerrar la puerta. Mi novio se quita los zapatos y la corbata y tira su saco en el piso, antes de pedirme que me acueste a su lado. Yo me quito los tacones y le hago caso, mientras pongo una alarma para un power nap. —¿Ves como no hay privacidad?—Lo sé—Dice y me da un beso en la frente. Sergio acaricia la espalda y le recuerdo sobre sus clases de preparación. Sergio me ve, y la puerta de su oficina se abre, los dos miramos a la tía Lucrecia que pone un poco de cara de arrepentimiento. Nos pregunta si estamos
Leer más
Sergio
Sergio Mi novia se lleva varias regañadas e Isabela intenta disculparse, ve la vergüenza en sus ojos cuando Facundo Laggun le da la mano y le dice: —No quiero empeorar la regañada que le vas a tirar a Sergio, a todos nos da esa crisis de: “somos muy ricos para nuestro propio bien”, pero, nosotros tuvimos familia que trabajó un montón y somos personas sumamente trabajadoras, piensen bien lo que están haciendo y trabajen en esas propuestas, yo no retiro mi apoyo todavía. —Tú tienes mi apoyo infinito —Dice Julianne. —El que está desinvitado hasta de la familia es Sergio. Mi tío me toma del hombro y me hace una seña para que le acompañe a él y a su esposa a una sala. Los invito a mi oficina y me despido de los pocos que quedan. Mi prometida me ve furiosa, isabela incluso quita la mirada cuando intento rogarle con los ojos que me disculpe. Entro en la oficina con ellos, mi tía Lucrecia está de pie furioso. Mi tío se está sirviendo una copa de Whiskey y me pregunta: —¿Sabes, porque he
Leer más