Unos hombres ingresaron con Giovanni Lobo encadenado, su rostro estaba bañando en sangre y su expresión era una de pura tristeza. Me dolió verlo de esa manera, porque a pesar de todo lo seguía amando, pero eso debía de acabar. Me había traicionado, no sabía el motivo, ni tampoco me interesaba. Lo arrodillaron en frente de mí, quedando cara a cara, matándonos con miradas cargadas de odio.Me entregaron un hacha, la sostuve en mis manos mirando a Annika, a mi verdadera hermana. A aquella que era idéntica a mí, y a otra chica más que tenía un aspecto deteriorado.—Me llegó el rumor de que Giovanni Lobo te cortó varios dedos del pie —murmuró con sorna —. Es tu turno de demostrar lo malvada que eres, te estoy dando la oportunidad de vengarte.Me pusieron en pie, él no corrió con esa suerte. Lo tumbaron en el frío suelo
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