Tres meses pasaron desde que Freya firmó el contrato frente a Axel, y ya todo había cambiado tanto, y poco menos de dos meses en que había decidido irse para siempre, efectivamente Axel Tremblay había tomado ese avión con rumbo a Noruega y ahora se encontraba en una casa vacacional dispuesta por Pandora. Apartado del mundo, de las noticias, de todo lo que le pudiera dar un indicio de lo que pasaba en la vida de Freya, al menos esas habían sido las indicaciones de su abogada.— ¿Está todo listo? — preguntaba Freya como por decima vez, mientras que corría de un lado a otro terminando los últimos detalles de la presentación. — ¡Sí, jefe!— ¡Alguien que me acomode esas sillas, son para los directivos de Goddness Beauty! — la presentación tenía lugar en un reconocido parque contiguo a un gran centro comercial, los ja
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