— ¿Sabes algo de Freya? — preguntó Axel que sí, cada día estaba mejor que el anterior, pero lo que más le costaba recuperar era la fractura en sus costillas y no le habían dado de alta por petición de su familia, ellos sabían muy bien que Axel se encerraría en su departamento y no dejaría entrar a nadie. Al menos allí no tenía excusa.
— Sigue yendo a trabajar común y corriente y anoche…— ¿Anoche qué? No te cortes, Laia… — le regañó.— Anoche salió de nuevo con su esposo a cenar, se le ve muy bien — informó ella, que los había visto entrar al mismo restaurante donde ella estaba cenando.— ¿Bien? … — inquirió Axel, achicando los ojos, algo de todo eso no le convencía. En la noche en que ella se había— ¿Cuáles serían esas “dos” cosas? — acentuó las comillas con sus dedos — ¿Axel Tremblay, sabes que pagas la mayoría de mis cuentas con todo el trabajo que tengo que hacer por ti y por tu familia?— Quiero ver por ultima vez a Freya. — Eso está complicado — contestó ella. — Y quiero que pongas mis acciones de Goddness Beauty a nombre de Andrew, quiero que él sea el nuevo CEO. Quiero que él esté a cargo de la compañía. — Axel — se quejó Andrew — Esto es de toda tu familia, no lo puedes ceder así no más. Yo estaré a cargo mientras todo esto finaliza. — Todos mis hermanos decidieron poner sus propias empresas, todos han hecho con su vida lo que más les gusta y yo, bueno, yo era el remplazo de mi padre, pero sin Freya en mi vida
— ¡Creo que es aquí! — Pandora observaba su teléfono y alrededor de ellas intentando reconocer el lugar.— ¿Aquí qué? ¡No veo nada, Pandora! — sollozó Freya, que pensaba en mil cosas menos en reabrir esa herida — ¡Ya no quiero estar aquí!Freya ahogó un grito cuando de su otro brazo la haló un hombre alto, pataleó y peleó con todas sus fuerzas, le costó reconocer a aquel hombre por varios segundos.— Soy Andrew, soy Andrew ¡Tranquilízate! — la mirada perdida y llena de terror de Freya se fue suavizando cuando por fin en medio de la penumbra de los columbarios lo reconoció.— ¡Estás bien! ¡Estás conmigo! — le aseguró Pandora. — ¿Qué está pasando? — Vengan conmigo — las reco
— Vamos, nena… No llores, seguiré trabajando para sacarte de las manos de Salvador. — No quiero que Axel se vaya, no quiero ir a ningún lado — Freya se echó a los brazos de Pandora, no estaba para nada preparada que eso ocurriera, hubiese preferido mil veces enfrentar a Salvador y no ver como Axel salía de su vida de nuevo, esta vez por su propia decisión — ¿Así … se sintió… Axel …cuando… no- no lo… quise… ver más? — seguía hipando como una chiquilla — Lo-lo amo, Pan-Pandora… Lo amo…— Sabes la solución…— ¿Cuál? — abrió sus ojos tanto como pudo y se limpió con el dorso de su mano.— Quitarle el arma a Salvador. — ¿Estás sugiriendo que me exponga a la prensa? &mdas
Tres meses pasaron desde que Freya firmó el contrato frente a Axel, y ya todo había cambiado tanto, y poco menos de dos meses en que había decidido irse para siempre, efectivamente Axel Tremblay había tomado ese avión con rumbo a Noruega y ahora se encontraba en una casa vacacional dispuesta por Pandora. Apartado del mundo, de las noticias, de todo lo que le pudiera dar un indicio de lo que pasaba en la vida de Freya, al menos esas habían sido las indicaciones de su abogada.— ¿Está todo listo? — preguntaba Freya como por decima vez, mientras que corría de un lado a otro terminando los últimos detalles de la presentación. — ¡Sí, jefe!— ¡Alguien que me acomode esas sillas, son para los directivos de Goddness Beauty! — la presentación tenía lugar en un reconocido parque contiguo a un gran centro comercial, los ja
Freya había hecho una de las dos cosas que había sugerido Pandora y no, no era haberlo asesinado con sus propias manos, aunque después se arrepentiría de ello. Lo importante en ese momento es que Freya se había sentido más libre que nunca. Gracias a Pandora y a Laia había logrado controlar sus nervios y la forma de contestarle de manera educada a la prensa sin dejarse amedrentar. Había enfrentado el peor temor y aunque no estaba segura de que al final del día hablarían bien o mal de ella, no le importó. — ¿¡Te has vuelto loca!? — gruñó entre dientes, arrugando su nariz y entregándole la mirada más tenaz que hubiese visto Freya en él.Ya la prensa se había disipado, y ahora estaban disfrutando del evento y muy seguramente criticando su trabajo. — No, Salvador. ¡Estoy acabando con esta estupidez!
El vuelo de regreso a Vancouver fue el más largo que él pudo tener, no quiso regresar hasta su departamento, ni le avisó a ninguno de sus familiares, amigos o conocidos que llegaba de nuevo al país, precisamente a su ciudad, Axel se había convertido en un fantasma y eso quería seguir siendo hasta saber qué carajos estaba pasando con Freya. Y el por qué le había enviado esa carta. El por qué había esperado tanto tiempo para entregársela. Apenas pisó la ciudad los periódicos, y los noticieros lo llenaron de las imágenes de Freya hablando a la prensa. Y entonces lamentó no haber estado en ese evento, se veía realmente hermosa y confiada, le parecía que cada vez que la volvía a ver, simplemente era una versión mejorada de ella misma y él, él simplemente iba en decadencia. Estaba leyendo la declaración que había dado a la prensa cuando…— Señor Axel Tremblay…— ¿Sí?— Acompáñenos por favor.— ¿Quiénes son ustedes? — frunció el ceño y arrugó el periódico entre sus dedos, no los conocía, n
— Sáquenla de aquí ¡Yaaa!Freya gritaba y se sacudía con fuerza, el cuerpo de Axel yacía en el suelo sin movimiento y posiblemente sin vida. Incluso para varios hombres le era difícil controlarla, en medio del caos y del ruido no se percataron como a las afueras del lugar abandonado se agrupaba un buen numero de hombres completamente uniformados y armados hasta los huesos. Desde el momento en que Freya desapareció misteriosamente entre la finalización del evento y el hecho de que debía de llegar a la mansión de los Tremblay una hora después y nunca llegó, tanto Pandora como todos los Tremblay se involucraron y empezaron a mover cielo y tierra entre sus contactos para localizarla.Que cómo se llevó Salvador Sorní a Freya, tampoco lo supieron, las cámaras de seguridad habían sido manipuladas, no solo en el lugar, también varias manzanas a la redonda del evento. Ninguno pegó el ojo en toda la noche esperando alguna pista del paradero de ella o de Salvador y quedaron peor cuando les inf
Cuando Salvador Sorní escuchó el fuerte estruendo proviniendo de varias partes del lugar entendió que había caído, estaba rodeado así que tiró su arma al suelo y se escabulló cual rata por la alcantarilla. Su ultima orden había sido asesinar a la mujer que le había costado su trabajo en “Harper y asociados” la doble vida que llevaba y la humillación. Uno de sus hombres tomó el arma del suelo, estiró su brazo con dirección a Freya que había saltado con un ultimo esfuerzo de los brazos de aquellos hombres y había corrido con torpeza en busca del cuerpo de Axel, pero lo ultimo que pudo ver fue como lo sacaban en una camilla tan rápido como las piernas de aquellos hombres les permitía. La explosión de la pólvora se escuchó y Freya no pudo sentir nada, nada más que caer de rodillas frente a todo un pelotón de hombres que levantaban sus armas y disparaban casi al instante con dirección al hombre que acaba de disparar. Los cinco disparos que recibió le quitó la vida casi de inmediato, su