Esa mañana Axel se había levantado temprano, había hecho ejercicio hasta sentirse agotado, pero nada, nada de lo que hacia le daba esa sensación de tranquilidad que conseguía estando cerca a Freya, no había logrado colmar su ansiedad, el calor en su piel y los pensamientos impuros que aceleraban su corazón. Así que se preparó temprano para ir trabajar, al menos, allí podía ir y ver a Freya, observarla desde lejos y esperar, esperar a que la vida tuviera un poco de compasión con él. La noche anterior fue la primera noche que pasaron separados después de esa larga semana de trabajo, y aunque Axel se moría por seguir durmiendo cerca de ella, debía darse un espacio para pensar en todo lo que estaba pasando. Dejando a Freya cada vez más confundida de lo que estaba.Prendió su BMW 8 cabrio y empezó a salir de la cochera, no le tom&oacu
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