41. SUCUMBIENDO
MARTÍN Por dentro estaba gritando, de manera desesperada, que la amaba, que íbamos a hacer hasta lo imposible por alejar a Xiomara de nosotros, por dentro estaba jurando el mismo amor que le juré hace tiempo, por dentro. Todo se había quedado por dentro.Cuando la vi partir, acompañada de sus padres, supe que no tenía remedio, que yo había tomado una decisión, la más estúpida de todas y la más cobarde.Había tomado la decisión de huir, de dejarla, de abandonar, de desistir, de mandar todo por la borda, pero sobre todo la había dejado ir.“Si algún día llegas a extrañarme Martín, recuerda que nunca me quise ir”.Tres días después y todavía seguían sonando esas palabras en mi cabeza,tres días después y todavía podía escu
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