Cada espacio que daba era caminar o un lugar que gritaba su nombre, cada rincón gritaba el de Rosse por donde fuera. Esas sabanas traían tantos recuerdos por un momento se quedó en silencio y solo se sentó sobre la cama, en completo silencio, sin dejar de observar como la luz entraba por la ventana, trataba de calmarse, trataba de poder guardar la calma y pensar con la cabeza fría, pero era tan difícil aceptar que tal vez se hayan reído de él, pero era imposible él sabía que ella lo amaba, de eso no había duda, era la manera en lo que miraba, era como su cuerpo reaccionaba cuando estaban juntos, nadie podía fingir hasta amar a niño que no era suyo, pero necesitaba respuestas, necesitaba calmar su alma y su corazón, necesitaba hallar aquello que le regresara un poco de paz, aquella que no tenía desde que ante sus ojos le arrancaron la felicidad de sus manos, desde el momento en que ella vestida de blanco fue arrebatada de su lado y al día de hoy no tenía idea donde estaba, no era el mi
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