Narra Olivia: Siempre tuve miedo de enamorarme porque sabía el riesgo que corría al hacerlo. Desde mi juventud, aprendí a crear murallas, porque la gente generalmente, lo único que sabe hacer es herir y lastimar. Cuando se ha perdido tanto, como lo he hecho yo, lo mejor sería mantener bien altas las barreras y no dejar a nadie pasar, porque, una vez dentro, pueden hacer con tu corazón como les venga en gana.—Lo sabías, lo sabías, Olivia, pero no hiciste caso a tu cerebro —me recrimino a mí misma en el espejo, mientras cepillo mi cabello el pelo en un mar de lágrimas que no puedo contener.Sabía que debía no enamorarme, que lo mejor era mantener las cosas casuales y dejar que el agua corriera, pero no. Tuve que caer en sus redes para terminar como estoy ahora: enamorada y con el corazón roto. Todavía las palabras me duelen en lo más profundo de mi alma y aunque quiera, no las puedo olvidar. Andrés, el mismo sujeto que me ha hecho cientos de promesas de amor, no ha dudado ni un segund
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