En cuanto Samantha y Matthew llegaron al restaurante, un camarero los llevó a la mesa donde Alice los esperaba. Samantha observaba el lugar maravillada, era muy lujoso, sus grandes ventanales en lugar de paredes lo hacían precioso y luminoso, los candelabros eran tan hermosos, parecían de otra época, pero igualmente lujosos.Samantha se dio cuenta cuando iban llegando a la que era su mesa porque una mujer rubia falsa, según el criterio de Samantha y con un cuerpo increíble se ponía de pie con una gran sonrisa al ver a Matthew, no pudo evitar sentir celos. —Matt, hola, por fin llegas. — Matt la abrazó con gran cariño, para luego darle un beso en su mejilla. —Hola, Alice, te ves hermosa — Claro que se veía hermosa, Samantha estaba que le daba un ataque de celos, esa mujer era muy atractiva, dudaba mucho que Matthew no se sintiera atraído por ella. Matt se giró hacia Sam y le tendió la mano — Mira Al, te presento a Samantha
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