NARRADOR OMNISCIENTE Rogelio estaba furioso, «¿cómo no pude prever que algo estaba pasando?», se recriminaba así mismo, pero por supuesto más a Abigaíl porque ella debió avisarle, en cambio, ahora solamente andaba enfurruñada y él no le había prestado atención pendiente de Camila, el día anterior cuando fue al aeropuerto a recoger a Camila, él había querido ir al hangar de los aviones de la empresa y su tarjeta de acceso no funcionó, pensando que debía cambiar la tarjeta por estar dañada y emocionado por recibir a Camila en la ciudad no prestó atención; hoy lo entendía, pensaba que Bruno había puesto a sus amiguitos a cambiar las alfombras, puesto que al parecer no era solo eso, se preocupó, él como gerente de operaciones debía tener acceso a los aviones, no podía andar pidiendo permiso, «que ridiculez» Emiliano estaba en su pequeña oficina provisional, en el piso 15; en la antigu
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