Sé que él se ha ido, puedo sentir que ni siquiera está cerca de mí. He repetido en interminables ocasiones, no puedo lograr convencerme de que he hecho mal, la verdad es que no siento que haya hecho mal. Él es mi pareja, además, aunque hubiese tenido a un hombre apuesto frente a mi yo solo hubiese deseado a Aquiles. He hablado con Sabina sobre esto, ella dice que en realidad lo que me pasa es bastante común debido a la marca pero dudo mucho que sentirme de esa manera sea completamente sano. Lucir como una mujer sumamente desesperada y abrumada no puede ser algo sano. Pero no pude evitarlo, es como si la luna se hubiese apoderado de mi mente y de mi cuerpo. Me pongo de pie y voy directo hacia afuera, sé que Sabina ha ido a conseguir un par de cosas para la comida así que iré a ver
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