Alexander sólo sonrió pícaramente sin responder a su pregunta. Cuando por fin ataron a Diego en la silla, Alexander miró a sus hombres haciendo señas con los ojos para que se fueran. Ellos se fueron sin entender nada, tenían curiosidad de saber qué planeaba el rey pero les daba miedo preguntar, así que se fueron con las ganas. Ahora que Diego estaba atado, y sus hombres se habían marchado, Alexander dejó salir sus feromonas. Esas feromonas eran diferete ya que servían para excitar al omega, y conllevaba mucha fuerza, debilitando excesivamente a quien las empleara. Esto sólo funciona en parejas marcadas o destinadas como ellos. El efecto de las feromonas no fue de inmediato porque Alexander estaba muy débil, no había estado comiendo bien, ni durmiendo, menos había estado recibiendo las feromonas de su omega. Como él no pudo esperar más agarró a Sam por la cintura y le dió un rudo beso en frente de Diego. Diego quería gritar que le soltara pero no podía pronunciar ni una sola pal
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