EDMONComienza a quitarse la ropa, quedando en lencería, mis ojos adquieren un brillo de malicia, recorro cada espacio de su perfecto cuerpo, parece muñeca de porcelana, se quita el sostén y aparece la imperiosa necesidad de ver el color y forma de sus pezones, se mete al agua helada y la pierdo de vista, los segundos pasan y no sale, no hay rastro de ella, comienzo a sentirme estresado, si se muere antes de firmar el papel que la acreditará como mía, de mi jodida propiedad, el Boss se enfadará.Doy un paso adelante dispuesto a buscarla, cuando por fin sale, esta vez de frente, mantiene los ojos cerrados un par de segundos, el agua recorre su piel y desciendo la mirada hasta su pecho, sus pezones son rosados, sus pezones erectos por el frío y… Ahí está, su mirada se ancla en la mía.—Joder —baja al agua para que esta le cubra hasta el cuello—. No sabía que eras un maldito pervertido.—Cuida tu
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