CALEBEl sonido que provocaba el impacto de mi pelvis contra sus glúteos resonaba por todo el baño, el agua de la ducha que quedo a medio camino, cae sobre nuestros cuerpos uniéndose a nuestro juego mientras mis manos se aferran como dos grilletes irrompibles a su cintura y ella utiliza las suyas para afirmarse como puede de los azulejos de la pared.Observo el agarre de mis dedos donde hay marcas, las cuales se han mantenido ahí los pasados dos días. Si bien ella sana rápido, no les he dado tiempo para hacerlo, ya que siempre vuelvo a colocar nuevas.Sus jadeos retumban en mis oídos aumentando las inmensas ganas que tengo por ella, la velocidad de las arremetidas que dan mis caderas logra hacer que pegue su mejilla contra la pared para intentar mantener el equilibrio.He intentado cada vez hacerle el amor lento, pausado, llenándola de delicadas caricias, pero me es imposible. Su cer
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