Capítulo 38

EMMA

4 días.

Esa es la cantidad de tiempo que estuve sedada.

Los días en los que aún no hay pistas contundentes sobre el paradero de Caleb.

Si bien las marcas dejaron de aparecer en mi cuerpo y el miedo que todos tenían era que quizás el había muerto, en cuanto desperté pude sentir su corazón palpitar. Pero solo eso, no puedo sentir emociones, ni la calidez que siempre me acompañaba, ni su olor. Nada.

No hay segundo que pase en el que no lo extrañe, cada poro de mi cuerpo exige su cercanía, su tacto, su calor, todo lo que el es. Alex me mostro las imágenes que dejo el médico sobre la ecografía que me realizó y fue inevitable no derramar lágrimas.

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