EMMA.
Me encuentro en una de mis casas temporales revisando unos papeles en mi despacho sobre mi manada, se llama MoonWhite en honor a mis padres por su apellido, white. Esta se encuentra en Alemania, pero tuve que viajar a Londres para resolver unos problemas que surgieron en una de mis empresas, las cuales me fueron heredadas luego de la muerte de mis padres.
Son varias las que me pertenecen, en distintos áreas. Tengo unas relacionadas con la moda, arte, finanzas y arquitectura.
Viaje con mi beta, Alexander, si bien él podría hacer solo este viaje, me gusta hacer las cosas por mi misma, sobre todo si son en otros países ya que puede ser útil para encontrar a mi mate. Tengo 600 años y aun no he podido encontrarlo, recorrí todas las mandas y pueblos de Alemania, pero no tuve éxito.
Mi loba Lía nunca se ha interesado en otros hombres sentimentalmente, si bien, no somos vírgenes nunca hemos mantenido relaciones de mas de una noche con nadie.
Nuestros besos, caricias y amor están destinadas a mi mate y no pretendemos entregar amor a nadie que no sea él.
Mi teléfono suena desviando mi atención, observo la pantalla y la imagen de una cara bien conocida me da ha entender que es mi beta. Tomo el celular llevándolo a mi oreja mientras contesto la llamada.
– ¿Qué sucede? – hablo seria mientras sigo revisando mis papeles
– Mi alfa linda, hermosa, preciosa – ¿me esta adulando? Ay no, ahora que hizo – la alfa más honorable de todas las alfas …
– ¿Qué hiciste? – lo corto mientras toco el puente de mi nariz.
– ¿QUEEEEEEE? Me ofende que solo creas que te digo cosas lindas cuando algo malo sucedió.
– Solo dime que hiciste – le hablo ya molesta.
– Pinche una rueda – ay este hombre me sacara canas – necesito que me vengas a recoger porfis.
– Dios... ¿Dónde estás? – pregunto mientras me levanto y ordeno los papeles.
– A dos cuadras cuadras de la facultad central, frente a una pizzería.
– Okey, en 15 minutos estoy ahí.
Le cuelgo mientras salgo del despacho y camino hacia el garaje de la casa, agarro el primer auto que encuentro, me acomodo dentro colocando la ubicación en el GPS para no perderme y poder volver rápidamente a mis quehaceres y salgo hacia el encuentro de mi beta. Llevo aproximadamente 10 minutos de camino siguiendo las indicaciones del GPS, es una suerte que el trafico hoy no este colapsado, ya que me quedan menos de 3 minutos para llegar a mi destino cuando siento a mi loba removerse inquieta.
– Lía que sucede? – le pregunto por el enlace que compartimos.
– No lo sé Emma, tengo un presentimiento que algo sucederá – dice inquieta.
– Okey mantengámonos alertas por cualquier cosa – le digo y cierro el enlace.
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Llevamos 30 minutos esperando a la jodida grúa para que remolque el auto de Alex y puedan llevarlo a la casa, ya que tampoco tenia una rueda de cambio. Miro mi reloj y ya son las 5 de la tarde, debería estar de camino a una reunión con los proveedores de la empresa.
Le doy una mirada irritada a Alex la cual el no percibe ya que esta concentrado en su celular. Saco el mío del bolsillo de mi chaqueta para revisar correos, pero caigo en cuenta que debo posponer la reunión.
Llamo a mi secretaria para que avise que la reunión se aplaza hasta mañana temprano explicándole la situación en la que me encuentro. A los 15 minutos puedo distinguir al servicio de grúa que llega hasta estacionarse frente a nosotros, le indico el auto y la dirección para llevarlo, mientras me encamino al mío para marcharnos de aquí.
– ¿Podemos comprar una pizza para llevar? – me pregunta Alex mientras se sube al auto.
– Estuvimos 45 minutos esperando y ahora se te ocurre pedir una pizza? – le digo mientras me giro a mirarlo enojada.
– Antes no tenía hambre – dice – además se iba a enfriar con la espera – se cruza de brazos mientras mira por la ventana.
Joder, es un crío.
Tomo mi cartera del asiento trasero rebuscando dentro de ella.
– Ve, apúrate – le paso la tarjeta – me quiero ir rápido de aquí.
Me mira con ojos de cachorro y ya se lo que quiere, empiezo a negar con la cabeza.
– Ve tú, eres la alfa te atenderán enseguida.
– ¡Tú eres el que quiere pizza! – le grito mientras lo apunto con la mano.
– Oh vamos, yo siempre voy, te toca.
– Eres el beta, es tu deber complacerme – le digo con superioridad mientras sonrió.
– Que te den, no te cuesta nada – hace pucheros – ¿siiiiii? – me dice con una voz mas aguda de lo normal y batiendo sus pestañas, nadie pensaría que tiene 600 años o que es el beta más temido con la actitud de niño que se gasta.
– Está bien – digo mientras le quito la tarjeta de las manos con un movimiento brusco y bajo del auto dando un portazo emprendiendo camino hacia el local.
– ¡QUE SEA SIN PIÑA! – grita por la ventana, ruedo los ojos y sigo caminando mientras lo ignoro.
Antes de entrar el local bloqueo los olores, ya que al ser una pizzería son demasiados olores combinados y si le sumamos el olor del montón de estudiantes que se ven desde fuera, generará un gran dolor de cabeza más tarde.
Me abro paso como puedo entre las mesas para llegar a la barra, este lugar esta que revienta de adolescentes. Me acerco al dueño del lugar, que reconozco que es un hombre lobo, me observa mientras abre sus ojos como platos y hace una simulada reverencia.
Si, una reverencia, creo que no les conté pero soy la alfa de todos los alfas, ya que mis padres fueron los reyes alfas y el lugar cedió a mí luego de su muerte .
Converso un momento con él y ordeno unas pizzas en forma de cono para que sea más fácil ir comiéndolas en el auto, le menciono que estoy con mi beta el cual me espera afuera, para que se apure con el pedido, hace un asentimiento de cabeza y se retira a la parte trasera del local, imagino que debe ser la cocina.
Veo unas flores ubicadas en el mesón y decido desbloquear los olores ya que son mis favoritas, flores de cerezo y quiero impregnarme de su olor.
Al momento que los desbloqueo me golpea un delicioso olor a chocolate y cerezas alterando mis sentidos y los de mi loba.
– ¡MATE, MATE! – grita Lía, quedo en trance mientras escucho esas palabras – !¿QUE HACES PARADA BUSCALO!? – vuelve a gritar volviéndome a mis sentidos, comienzo a olfatear y mirar a mi alrededor para encontrar la fuente de ese exquisito olor.
Y es cuando lo veo, sentado prácticamente en el fondo del local, con otro chico.
Nunca había visto un chico más lindo que él, tiene unos rizos castaño claro rodeando el rubio, unos labios no tan gruesos pero que me llaman a besarlos y sus ojos heterocromáticos azul y verde los cuales podría observar toda la vida, su nariz respingada y su mandíbula marcada dándole un toque masculino.
Soy incapaz de romper el contacto con sus ojos, me pican los pies por acercarme, pero hasta aquí puedo oler que es humano.
Sus ojos conectan con los míos y una corriente eléctrica avanza por mi espalda, el tampoco aparta la vista de la mía y puedo sentir como su pulso se encuentra mas alto de lo normal, quiere decir que el vinculo le esta afectando tanto como a mí ya que mi pulso igual esta más acelerado al igual que mi respiración.
Pero debo ir despacio, por más que quiera lanzarme a sus brazos y besarlo hasta quedarnos sin aire, reclamarlo como mío él no sabe sobre nosotros o sobre el vínculo. Es humano.
Siento un carraspeo a mi lado, vuelvo mi vista y veo al dueño del local con una bolsa de papel con mi pedido dentro, le agradezco, inhalo una vez más ese aroma que me lleva a las nubes y salgo del local sin volver a mirarlo para adentrarme en el auto y largarme de aquí.
Me adentro rápidamente en el auto prácticamente lanzándole las bolsas a Alex, agarro con fuerza el manubrio escondiendo mi cabeza entre mis antebrazos calmando mis sentimientos.
– ¿Qué te sucede? – escucho que pregunta rebuscando dentro de la bolsa.
Inhalo un par de veces hondo para calmarme y no volver a entrar en ese local para reclamarlo.
– Mañana vendremos a la facultad – hablo saliendo de mi escondite, Alex se gira a mirarme extrañado mientras enciendo el auto.
– ¿A la facultad? – pregunta con desconcierto.– ¿A qué?
Suelto un suspiro,– Encontré a mi mate y necesito información sobre él.
– ¡NO ME JODAS! – grita haciendo que me sobresalte en mi asiento mirándolo feo – ay perdón, ¿estaba ahí en ese local? – voltea para mirar por la ventana como lo dejamos atrás – ¿Por qué no te acercaste?
– Es humano, no podía – digo mientras siento a Lía saltar de alegría por haberlo encontrado.
– Entiendo – asiente – bueno, mañana será otra oportunidad.
– Mañana será otra oportunidad – repito mientras sonrío.
Ya estoy ansiosa por sentir ese olor nuevamente.
EMMALlevo dos horas metida en esta aburrida reunión con los proveedores, la primera hora pude mantener mi atención en ellos, pero luego fue imposible, lo único que quiero es terminar rápido para ir a buscar a mi mate.Ese muchacho de ojos bicolor y aroma cautivador.Hoy me desperté mas temprano de lo habitual, de por sí soy una persona madrugadora, pero hoy fue aún más ya que Lía no se ha quedado tranquila en toda la mañana diciéndome que vayamos a buscarlo, ya llega a ser incluso un dolor de cabeza.– No seas así – gruñe – es solo que quiero verlo lo hemos esperado por mucho tiempo.– Lo sé – respondo – ya estará con nosotras, lo prometo.– Pero es humano,– murmura con tristeza.– ¿Cómo lograremos que nos quiera y acepte?– Lo lograrem
CALEBLuego que aquella hermosa chica abandonara la pizzería, me quedé como idiota mirando la puerta esperando – más bien rogando – que volviera a entrar porque quizás olvido algo, hasta que vi como Luca chaqueaba los dedos frente a mis ojos para llamar mi atención.– Amigo ¿Qué onda? te perdí por un momento – dice mientras agarra otro pedazo de pizza.– ¿No viste a esa chica? – vuelvo a mirar la puerta – Era hermosa.– No vi a nadie – habla con la boca llena – pero si note que mirabas fijamente algo y ahora me doy cuenta de que era alguien – eleva ambas cejas repetidamente.– No sé qué sucedió – toco mi frente – fue como si me sintiera muy atraído por ella – suspiro – como una polilla a la luz – susurro.– ¿Y por qu&eacut
CALEBMe levanto, luego de haber dormido una siesta, ya que luego de llegar de la facultad lo primero que hice fue tirarme en mi cama y dormir. Madrugar no es lo mío así que debía recuperar las horas de sueño perdidas.Me estiro para poder agarrar mi celular que se encuentra sobre la mesa de noche y miro la hora, son las 6 de la tarde. Bueno, bienvenido insomnio.Tengo varios mensajes de Luca, unos de unas cuantas chicas con las que me he acostado en estos años aquí y otro de mis padres. Abro los de Luca e ignoro los demás, comienzo a leer su intento de invitación a una fiesta esta noche, pero la verdad no tengo muchas ganas de salir así que debo pensar una buena excusa para rechazarlo.Me levanto estirando mis brazos y camino a la cocina para prepararme algo de comer. En sí mi apartamento no es tan grande, pero es lo suficientemente cómodo para mí.
EMMALlegamos a la mansión, luego de haber visto a mi mate en la facultad y Alex se retira inmediatamente a su oficina una vez nos adentramos la casa para comenzar a buscar la información que solicite.Yo me acerco a la cocina buscando a mi nana, se llama Antonietta, es una mujer de unos 900 años que aparenta aproximadamente 40 años humanos, ha estado conmigo toda la vida, trabajó para mis padres cuando aun eran reyes ayudando con mi crianza en conjunto con la de Alex. Luego de su muerte paso a trabajar conmigo, es prácticamente como una madre para nosotros.Sus quehaceres en sí consisten en encargarse de la casa, mas que nada de que los empleados cumplan con las responsabilidades y ella esta a cargo de la cocina. Su comida es deliciosa, jamás la cambiaría.– Mi niña volviste,– me saluda mientras amasa algo sobre la encimera.– ¿El joven Alex vie
CALEBRecupero la conciencia poco a poco sintiendo como si un camión hubiera pasado por encima de mi cuerpo, hasta que a mi mente llega el recuerdo la paliza que me dieron en el callejón, los tipos con pasamontañas, querían mi reloj, los golpes, el dolor y una leve imagen de... ¿será? ¿lo imagine?Mi cuerpo esta entero adormecido y mis parpados no ayudan mucho ya que se niegan a abrirse. Inspiro hondo intentando llenar mis pulmones de valor para comenzar a moverme y un olor a flores exquisito en el ambiente se impregna en mi nariz, debe ser un perfume. Intento abrir mis ojos, y pestañeo varias veces para acomodarme a la luz del lugar.Observo a mi alrededor detenidamente y caigo en cuenta que esta habitación no es la mía, tampoco es el hospital. Observo mi cuerpo el cual se encuentra tapado hasta mi cadera con una sabana de seda, tengo un suero conectado al brazo derecho
EMMASiento su corazón latir a un ritmo constante el cual podría oír toda mi vida, su respiración es pausada por lo tanto se que se durmió. Fue un día caótico para el, es entendible que este cansado sobre todo si sumamos la paliza que le dieron. Restriego mi nariz sobre su pecho inhalando ese rico olor a chocolate con cerezas que desprende y lo abrazo sin apretarlo mucho para que no sienta dolor.Nunca imagine que estaríamos tan pronto en esta situación, pero el vínculo entre ambos esta agarrando cada vez mas fuerza, sobre todo en él, puedo sentirlo. Ese beso que él empezó tampoco ni en mis mejores sueños pensé que seria tan luego, si bien lo deseaba desde que lo conocí no me esperaba ese acercamiento de su parte, además, tuve que contener lo mas que pude a Lía para que no lo marcara ahí mismo.– Es hermoso n
EMMAExactamente hace una semana que llegue a mi manada, una semana lejos de él, sin ese exquisito aroma que me hace enloquecer, sin esos ojos bicolor que me hipnotizan y sin esos labios que me vuelven loca.Si bien no es mucho el tiempo que llevamos viéndonos, solo un par de días, la recepción que él ha tenido a mi cercanía ha sido bastante buena. Debo agradecer al hecho que por ser yo una Alfa real nuestro vinculo es mas intenso.Pero hoy acaba esa espera, dentro de una hora llega Caleb a la manada. Alex fue a recogerlo al aeropuerto ya que yo tenia documentos que firmar y enviar con urgencia. Durante esta semana nos comunicamos todos los días mediante mensajes y videollamadas.Ayer fue su graduación y aunque me hubiera encantado estar ahí diciéndole lo orgullosa que estoy de él, tanto papeleo me fue imposible abandonar el territorio. Aun así, pude verlo
CALEBMe lanzo nuevamente hacia su boca para comenzar a besarla frenéticamente, devorando sus labios, mordiendo, succionando, dejándola a mi merced. No sé de dónde provienen estos celos o la necesidad de dejar mi marca en su piel, para que todos que la vean sepan que es mía, solo mía, pero no puedo luchar contra ello. Es una especie de necesidad que esta instalada en mi pecho con fuerza y no me deja pensar con claridad.Él solo pensar que alguien más estuvo cerca de ella, que la toco, instala una rabia profunda en mi cuerpo.Sin dejar de besarla deslizo mis manos por los bordes de su cuerpo memorizando cada curva de él, pasando por su marcada cintura, sus voluptuosas caderas, hacia sus glúteos donde aprieto con ambas manos, ella por su parte sube sus manos hasta entrelazarse en mi pelo acercándome más a ella. Como si eso fuera posible. La única manera de q