CALEB
Luego que aquella hermosa chica abandonara la pizzería, me quedé como idiota mirando la puerta esperando – más bien rogando – que volviera a entrar porque quizás olvido algo, hasta que vi como Luca chaqueaba los dedos frente a mis ojos para llamar mi atención.
– Amigo ¿Qué onda? te perdí por un momento – dice mientras agarra otro pedazo de pizza.
– ¿No viste a esa chica? – vuelvo a mirar la puerta – Era hermosa.
– No vi a nadie – habla con la boca llena – pero si note que mirabas fijamente algo y ahora me doy cuenta de que era alguien – eleva ambas cejas repetidamente.
– No sé qué sucedió – toco mi frente – fue como si me sintiera muy atraído por ella – suspiro – como una polilla a la luz – susurro.
– ¿Y por qué no me avisaste? – frunzo el ceño – si era tan hermosa como dices yo también quería verla.
Lo miro enojado, ¿por qué el quiere verla?, no quiero que nadie la vea y no sé porque me siento así, este sentimiento de posesividad es tan extraño, pero a la vez tan llenador, porque sí, la quiero solo para mi.
– Es Mía – suelto tan rápido que no puedo ni pensar en lo que dije.
Me mira con los ojos abiertos llenos con asombro y mis mejillas comienzan a arder.
– Pero si ni siquiera la conoces – se ríe – como va a ser tuya.
– No se porque dije eso – miro hacia otro lado para ocultar el enojo y asombro de mí mismo por decir esas palabras que a la vez quisiera que fueran ciertas.
Nos quedamos por una hora mas mientras terminamos de comer y conversamos cosas al azar, nos retiramos y nos despedimos en la puerta del local para cada uno partir a su hogar.
Camino hacia el paradero con las manos dentro de mis bolsillos pensando en esos hermosos ojos verdes, creo que nunca había visto unos tan cautivantes como los de ella. Tomo el bus y en media hora me encuentro frente al edificio donde arriendo, si bien no es uno de los mas lujosos o se encuentra en un área muy llamativa, es suficiente para mí ya que vivo solo por venirme a estudiar a Londres.
Entro en el edificio saludando al conserje – porque al menos eso tiene – camino hacia las escaleras, ya que mi apartamento esta en la segunda planta, sería muy holgazán de mi parte subir eso en ascensor. La puerta de mi departamento aparece frente a mí e ingreso la llave para poder adentrarme en él, voy hacia mi cuarto a dejar mis cosas. Saco los cuadernos y hojas de mi mochila revisando superficialmente los deberes de la próxima semana, me acomodo en mi escritorio y termino con un repaso de la materia para la prueba que tendré mañana.
Reviso la hora en mi celular y ya son las 8 de la noche ¿en qué momento paso tan rápido la hora? suelto un gran suspiro mientras paso las manos por mi cara debido al agotamiento, me levanto para dirigirme a la cocina y poder preparar algo liviano para comer, demoro alrededor de una hora en terminar y ordeno todo para volver a mi cuarto para ducharme.
Entro al baño, enciendo la regadera mientras me quito la ropa y me meto en la lluvia artificial. Tomo el shampoo con olor a chocolate, porque sí, me gusta este shampoo y lavo bien mi pelo formando una buena cantidad de espuma.
Tomo el jabón liquido y comienzo a lavar mi cuerpo, mi abdomen, brazos y mi miembro. Salgo de la ducha una vez que me enjuago bien, me seco, coloco un bóxer y entro en la cama para dormir pensando en la hermosa chica de pelo negro y ojos verdes que me robo el aliento hoy.
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Me tuve que levantar temprano ya que mi prueba era a primera hora, no estuvo tan difícil y espero que me haya ido bien ya que era la última del semestre. Mis notas siempre han sido buenas, creería que estoy dentro de los mejores de mi carrera y espero que eso al menos me ayude a conseguir trabajo cuando salga, poder ahorrar dinero e irme a vivir a algún lugar con áreas verdes y ser guardabosque, siempre me ha gustado la naturaleza.
Sentirme rodeado de esos aromas que desprende el bosque, sentir los pájaros cantar, la brisa despejada de los olores a ciudad, incluso la humedad de esos lugares me agrada.
Salimos del salón con Luca una vez terminado el examen y nos juntamos en la entrada de nuestra sede de arquitectura para conversar y comparar respuestas, la verdad lo peor que se puede hacer es eso porque después uno duda de lo que coloco y entra en crisis existencial.
Cuando íbamos comparando la mitad de la prueba siento que alguien carraspea tras mío para llamar nuestra atención, me volteo lentamente y era ella.
Mi hermosa chica de ojos verdes, quedo embobado viéndola, creería que hoy incluso amaneció más hermosa que ayer. Si es que eso es posible.
Siento que habla y pregunta algo sobre el casino, pero yo solo puedo observar como sus labios rosados se mueven tan sensualmente mientras pronuncia cada palabra y pienso como será besarlos. Morderlos. Succionarlos hasta robarle un gemido.
Pero ese sentimiento desaparece cuando mi mente juega en mi contra pensando en que quizás cuando labios han podido besarla y un sentimiento que nunca espere sentir comienza a hacerse presente en mi pecho, celos.
Celos y rabia de aquellos hombres que alguna vez la tocaron de esa forma, que la hayan besado, que hayan gozado de su sabor y no haber sido yo.
Luca me golpea el hombro logrando que voltee a verlo mientras frunzo el ceño, por distraerme de observarla, pero a la ves agradecido de distraerme de aquellos pensamientos que se estaban formando con fuerza en mi mente, iba a maldecirlo por la distracción de su belleza hasta que veo que me hace señas con los ojos para que la mire y responda. Vuelvo a mirarla, observando como me sonríe y joder, nunca vi sonrisa mas linda que la suya e inmediatamente le devuelvo la sonrisa.
– Eh sí – intento que mi voz no flaquee en estos momentos – debes pasar por la sede de medicina y luego unos cuantos metros ahí está.
- Mhh ¿Si no es mucha molestia me podrían acompañar? – la miro emocionado mientras mi corazones palpita más rápido ¿acaso quiere estar conmigo? – es que no soy de aquí entonces no conozco las sedes.
– Yo no puedo, debo partir – dice Luca mientras me empuja en dirección a mi chica – pero estoy seguro de que Caleb puede.
Se que no tiene nada que hacer y lo dice solo porque entendió que ella era la chica de la que hablamos ayer y no puedo agradecerle en estos momentos por la felicidad que me da poder pasar aunque sea un rato a solas con ella.
– Claro, yo te guío – le digo mientras le sonrió y me acerco a ella para que me siga.
Mientras caminamos me hace preguntas sobre cosas tan triviales que estoy seguro de que lo hace para romper el silencio que se formo al inicio y se lo agradezco ya que mi mente no puede procesar nada más que la cercanía en la que estamos. Llegamos al casino y puedo ver a lo lejos un chico que le hace señas para que se acerque ¿acaso tiene novio? Frunzo mi ceño ante los celos que ese pensamiento me provoca.
Se despide y me agradece casi sin mirarme, pero yo no quiero que se vaya, quiero estar con ella unos momentos más, agarro su mano casi por instinto cuando comienza a alejarse y le pregunto su nombre para pasar desapercibido.
– Soy Emma – me dice mientras me sonríe y creo que nunca sentí que un nombre fuera tan lindo hasta que escuché el de ella.
Se acerca tanto a mi mientras pronuncia mi nombre que debo inclinar un poco mi cabeza para conectar con sus bellos ojos, mi corazón late a mil por hora por su cercanía y siento como deposita un beso en el borde de mis labios mandando una descarga por todo mi cuerpo.
¿Qué es lo que me sucede?
Veo como se aleja en dirección al chico dejando nuevamente esa sensación de abandono en mi pecho, deseando que se quedara conmigo, que me mire solo a mí, que solo quiera mi compañía. Sacudo mi cabeza alejando esos pensamientos los cuales no sé de donde provienen. Jamás me he sentido así con ninguna chica, pero llega ella y mi cuerpo reacciona inmediatamente a ella.
Me volteo una vez desaparece de mi campo de visión y emprendí camino hacia el paradero para ir a tomar el bus y volver a mi departamento, mis dedos por voluntad propia se acercan a la comisura de mis labios y una sonrisa se instala en mi rostro.
Subo en el bus una vez llega, pensando en ella y sintiendo aun sus labios contra mi piel.
CALEBMe levanto, luego de haber dormido una siesta, ya que luego de llegar de la facultad lo primero que hice fue tirarme en mi cama y dormir. Madrugar no es lo mío así que debía recuperar las horas de sueño perdidas.Me estiro para poder agarrar mi celular que se encuentra sobre la mesa de noche y miro la hora, son las 6 de la tarde. Bueno, bienvenido insomnio.Tengo varios mensajes de Luca, unos de unas cuantas chicas con las que me he acostado en estos años aquí y otro de mis padres. Abro los de Luca e ignoro los demás, comienzo a leer su intento de invitación a una fiesta esta noche, pero la verdad no tengo muchas ganas de salir así que debo pensar una buena excusa para rechazarlo.Me levanto estirando mis brazos y camino a la cocina para prepararme algo de comer. En sí mi apartamento no es tan grande, pero es lo suficientemente cómodo para mí.
EMMALlegamos a la mansión, luego de haber visto a mi mate en la facultad y Alex se retira inmediatamente a su oficina una vez nos adentramos la casa para comenzar a buscar la información que solicite.Yo me acerco a la cocina buscando a mi nana, se llama Antonietta, es una mujer de unos 900 años que aparenta aproximadamente 40 años humanos, ha estado conmigo toda la vida, trabajó para mis padres cuando aun eran reyes ayudando con mi crianza en conjunto con la de Alex. Luego de su muerte paso a trabajar conmigo, es prácticamente como una madre para nosotros.Sus quehaceres en sí consisten en encargarse de la casa, mas que nada de que los empleados cumplan con las responsabilidades y ella esta a cargo de la cocina. Su comida es deliciosa, jamás la cambiaría.– Mi niña volviste,– me saluda mientras amasa algo sobre la encimera.– ¿El joven Alex vie
CALEBRecupero la conciencia poco a poco sintiendo como si un camión hubiera pasado por encima de mi cuerpo, hasta que a mi mente llega el recuerdo la paliza que me dieron en el callejón, los tipos con pasamontañas, querían mi reloj, los golpes, el dolor y una leve imagen de... ¿será? ¿lo imagine?Mi cuerpo esta entero adormecido y mis parpados no ayudan mucho ya que se niegan a abrirse. Inspiro hondo intentando llenar mis pulmones de valor para comenzar a moverme y un olor a flores exquisito en el ambiente se impregna en mi nariz, debe ser un perfume. Intento abrir mis ojos, y pestañeo varias veces para acomodarme a la luz del lugar.Observo a mi alrededor detenidamente y caigo en cuenta que esta habitación no es la mía, tampoco es el hospital. Observo mi cuerpo el cual se encuentra tapado hasta mi cadera con una sabana de seda, tengo un suero conectado al brazo derecho
EMMASiento su corazón latir a un ritmo constante el cual podría oír toda mi vida, su respiración es pausada por lo tanto se que se durmió. Fue un día caótico para el, es entendible que este cansado sobre todo si sumamos la paliza que le dieron. Restriego mi nariz sobre su pecho inhalando ese rico olor a chocolate con cerezas que desprende y lo abrazo sin apretarlo mucho para que no sienta dolor.Nunca imagine que estaríamos tan pronto en esta situación, pero el vínculo entre ambos esta agarrando cada vez mas fuerza, sobre todo en él, puedo sentirlo. Ese beso que él empezó tampoco ni en mis mejores sueños pensé que seria tan luego, si bien lo deseaba desde que lo conocí no me esperaba ese acercamiento de su parte, además, tuve que contener lo mas que pude a Lía para que no lo marcara ahí mismo.– Es hermoso n
EMMAExactamente hace una semana que llegue a mi manada, una semana lejos de él, sin ese exquisito aroma que me hace enloquecer, sin esos ojos bicolor que me hipnotizan y sin esos labios que me vuelven loca.Si bien no es mucho el tiempo que llevamos viéndonos, solo un par de días, la recepción que él ha tenido a mi cercanía ha sido bastante buena. Debo agradecer al hecho que por ser yo una Alfa real nuestro vinculo es mas intenso.Pero hoy acaba esa espera, dentro de una hora llega Caleb a la manada. Alex fue a recogerlo al aeropuerto ya que yo tenia documentos que firmar y enviar con urgencia. Durante esta semana nos comunicamos todos los días mediante mensajes y videollamadas.Ayer fue su graduación y aunque me hubiera encantado estar ahí diciéndole lo orgullosa que estoy de él, tanto papeleo me fue imposible abandonar el territorio. Aun así, pude verlo
CALEBMe lanzo nuevamente hacia su boca para comenzar a besarla frenéticamente, devorando sus labios, mordiendo, succionando, dejándola a mi merced. No sé de dónde provienen estos celos o la necesidad de dejar mi marca en su piel, para que todos que la vean sepan que es mía, solo mía, pero no puedo luchar contra ello. Es una especie de necesidad que esta instalada en mi pecho con fuerza y no me deja pensar con claridad.Él solo pensar que alguien más estuvo cerca de ella, que la toco, instala una rabia profunda en mi cuerpo.Sin dejar de besarla deslizo mis manos por los bordes de su cuerpo memorizando cada curva de él, pasando por su marcada cintura, sus voluptuosas caderas, hacia sus glúteos donde aprieto con ambas manos, ella por su parte sube sus manos hasta entrelazarse en mi pelo acercándome más a ella. Como si eso fuera posible. La única manera de q
EMMAEl fin de semana paso más rápido de lo que quisiera, me encargue de mostrarla a Caleb cada rincón de la mansión y me deleitaba con sus ojos llenos de asombros por cada artefacto o cuadro que veía. Esta casa ha estado en mi familia por generaciones por lo que hay más de una reliquia dentro de estas paredes.También se lo presente a mi nana, la cual estaba muy contenta de que al fin haya encontrado a mi pareja. Le explique que él aun no sabia sobre mi naturaleza, así que debía tratarlo como uno más para que no sospechara nada.Hoy era su primer día de trabajo junto a mi arquitecto de confianza Raúl el cual ha estado años trabajando conmigo. Por seguridad tuve una reunión con él comentándole que Caleb era mi pareja pero que
CALEB¿Crees en la magia? ¿Lo sobrenatural?La observo detenidamente intentando adivinar lo que piensa. Se ve nerviosa, muy nerviosa. Su mirada no conecta con la mía más de unos segundos, juega con sus dedos y su pierna tiene un pequeño tic.– Creo que no te sigo. – comento.– Ya sabes… en la magia y criaturas mitológicas.Okey definitivamente no sé de que habla.– ¿Te refieres a duendes? ¿Alienígenas y eso?Sus mirada refleja ansiedad y el tic en su pierna aumenta moviéndola notoriamente.– No, – suspira. – me refiero a… vampiros, hechiceros y hombres lobo.¿De dónde salió este tema de conversación?– Eh…– hago un gesto de confusión. – no lo sé, creo que no.Sus dien