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Todos los capítulos de LOS HIJOS DEL CEO: Capítulo 41 - Capítulo 50
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Capítulo 41. Una conspiración
Mientras las dos más jóvenes se miraban sin hablar, doña Emilia siguió interrogando. —¿Cuánto tiempo de embarazo tienes? ¿Estás seguro de que mi nieto es el padre? ¿Por qué no me lo habían dicho? Eso explica… En ese momento entró Marcos y vio la palidez de su abuela y el rostro de preocupación de Lía y su madre. —¿Qué haces abuela? ¿Estás intimidando a Lía y ni siquiera hemos firmado el contrato? —inquirió molesto. La abuela negó repetidamente con la cabeza, y enseguida intentó defenderse. —No la estoy intimidando, solo me di cuenta de que está embarazada y estoy preguntándole por qué me lo han ocultado, ¿Acaso no confían en mí? —preguntó ofend
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Capítulo 42. Lía se ha ido
Halley, no solo marcó al piloto, sino también a Emilia, mientras esbozaba una media sonrisa. —Hola, señora Emilia. —Halley querida, ¿Cómo estás? ¿Aún trabajando? Definitivamente, mi nieto es un explotador— expuso la mujer sin dejar de sonreír agradada. —Eso no me molesta, me encanta trabajar y más cuando es junto a un hombre tan brillante y guapo como él —expresó con coquetería. —Es una lástima que esté casado con esa buena para nada, al parecer solo sabe dormir y comer como una pereza —pronunció con evidente enfado. —No pasa mucho tiempo con ella, tampoco han tenido intimidad. —¿Cómo lo sabes? —preguntó sorprendida la mujer. —Soy una mujer brillante señora Emilia, tengo mis métodos, por ahora le informo que en menos de una hora salimos al hangar de la empresa, viajo a Houston con su nieto, lo dejo todo en sus manos. —Y yo complacida de poder ayudarte, no quiero esa mujer en la vida de mi nieto. En menos de una
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Capítulo 43. Pensamientos arcaicos.
Marcos la conocía lo suficiente para saber que ella estaba fingiendo tener miedo, solo quería vengarse de él, y tratar de hundir a las empresas Esteban's, porque lo creía infiel, no pudo evitar esbozar una sonrisa. "Ay mi Lía eres una cabra loca, y yo más porque voy a inventarme una a tu propio estilo, pero te amo y por nada del mundo voy a perderte". Los periodistas lo rodearon de inmediato haciéndoles preguntas. —¿Qué puede decir respecto a las declaraciones de su esposa? —¿Son verdad sus declaraciones? ¿La usó para tener hijos y ahora anda con la gerente de relaciones públicas de las Empresas Esteban's? —¿Viene a llevársela por las malas?  —¿La va a encerrar?  —¿Se va a casar con
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Capítulo 44. Una dulce Venganza
La doctora los vio y se cubrió la boca y después emitió su opinión. —Lo siento, al parecer no son gemelos, ya va déjenme revisar bien. —¿Desapareció un bebé? —inquirió Marcos con tristeza, mientras unas lágrimas caían de sus ojos. —El otro bebé… Se evaporó por mi culpa —sollozó con tanto sentimiento que hasta doña Emilia no pudo evitar sentirse conmovida. —¡No llores! Eso le hace daño a los otros tres niños… Nadie es culpable de eso, así es la vida, a veces se pierde otras se gana  —trató de consolarla la mujer, pues le dolía verlos de esa manera. —¿Quién les ha dicho que desapareció un bebé y quedan tres? —preguntó la doctora alz
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Capítulo 45. El karma instantáneo
Marcos abrió las piernas de su esposa, tomó una de ellas, le quitó el zapato, con suavidad comenzó a recorrerle primero en el exterior, para momentos después cambiar su dirección hacia el interior del muslo, sacándole un lento y sonoro jadeo.—Quiero hacerte el amor, hasta hacerte gritar mi nombre, te he extrañado muchísimo ...no tienes idea de cuántas veces me masturb3 en tu nombre. Eres la única mujer capaz de llenar por completo mis sentidos y despertar un caudal de emociones.Le tomó la mano y se la llevó a su pecho para hacerla sentir el palpitar de su corazón.—¿Ves como se acelera con tu contacto? Tus manos son como brasas de fuego que me encienden.Unió sus labios con los de ella, recorriendo cada recóndito espacio de su interior, al mismo tiempo con sus manos le desabrochaba la blusa, descendió lentamente de su
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Capítulo 46. No tienes la astucia, ni mucho menos la inteligencia.
El alboroto causado por la caída estrepitosa de Halley retumbó en el piso de abajo de presidencia y el ruido realizado mientras rodaba, se escuchó en presidencia, aunque no en el despacho donde una inocente Lía, mantenía sus ojos cerrados hasta de repente escuchar el sonido del intercomunicador, lo miró con molestia, por haber interrumpido su sueño. —¡Qué fastidiosos! ¿Por qué no pueden dejarme durmiendo? ¿Acaso creen que es fácil cargar una barriga de siete kilos de peso? ¡Desconsiderados! Se paró perezosamente del sofá y atendió el teléfono, antes de poder hablar, lo hizo la secretaria. —Señora Estebans, se cayó la señorita Halley, ya la están atendiendo los paramédicos, al parecer alguien arrojó aceite a las escaleras. —Gracias por la información —respondió Lía, para luego caminar hacia la puerta.  Vio a la gente aglomerada mirando hacia las escaleras y caminó hasta allí, se asomó con cautela y vio el aceite regado. Agarró el pasamano
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Capítulo 47. Nada será igual para ellos
Ese día después del altercado con Halley se puso a organizar algunos documentos de la empresa, le preocupaba no haber podido encontrar a los cómplices de la mujer y eso la tenía temerosa, Porque no sabía que eran capaces de hacer mientras ella diera a luz o cuando estuviera ausente, porque Marcos a pesar de ser un hombre inteligente, se concentraba tanto en el trabajo que terminaba olvidándose de todo lo demás.Estaba centrada en sus pensamientos cuando apareció Marcos, la tomó por detrás y la besó en su mejilla.—¿Dónde está la mujer más hermosa del mundo y los cuatro bebés más amados? —preguntó poniendo sus manos en la cintura y descansando sus brazos en el abultado vientre.—¿Del mundo? Creo que estás exagerando un poquito ¿Cómo puedo ser la más hermosa, si parezco un barril con patas? —se burló de ella misma con una carcajada.—¡Amor! Tú no eres ningún barril, eres una mujer hermosa, tanto que deseo capt
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Capítulo 48. Una sorpresa muy especial.
Una hora más tarde estaban despidiéndose de los miembros de la familia Estebans Véliz, cuando se le acerca su suegra, a pesar de haberse   saludado de lejos, no habían podido  intercambiar palabras, la tomó del brazo y la alejó del resto de los presentes.—¡Lía! ¿Cómo están mis pequeños nietos? —interrogó con una expresión de alegría, mientras pasaba su mano por el vientre.—Están muy bien, haciéndome poner cada día más como un globo inflado a punto de explotar. También estoy un poco nerviosa, preocupada por cuando llegue la hora de tenerlos ¿Cómo los cuidaré? ¿Tendré ayuda? —hablaba con un poco de agitación. —No te preocupes, tu suegro y yo estaremos contigo, al igual que Marcos, te aseguro que mi hijo no querrá apartarse de sus fantásticos —agregó sonriendo Eugenia.Leer más
Capítulo 49. De brazos cruzados.
Él la guió los últimos pasos para llegar a la puerta, tomándola de la cintura mientras ella seguía sin poder pronunciar ninguna palabra, no pudo soportar tantas emociones y empezó a sollozar como si fuera una chiquilla y más porque las hormonas tenían su cuota de responsabilidad en hacerla más temperamental.—Al parecer me equivoqué, pensé que te alegraría mi regalo, pero tuvo el efecto contrario, te hizo llorar —pronunció con tristeza—. Quizás no se me dan bien esto de las sorpresas.—¡Estás loquito! Se te dan demasiado bien, esto es … Simplemente maravilloso ¿Sabes el significado qué tiene esta casa para mí? ¿Sabes el valor emocional de esta casa?» Aquí me crié, viví los momentos más felices de mi vida, está tan llena de hermosos recuerdos, pensé que nunca más tendría la oportunidad de volver a entrar y ahora mi esposo me la ha regalado. Estoy llorando Marcos, pero de absoluta felicidad. Muchas gracias, mi amor —expresó sintiendo su corazón saltar en su p
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Capítulo 50. ¡Esos m@lditos se atrevieron a secuestrarla!
Lía supo que no podía resistirse, se dejó llevar por ellos, la subieron en la parte trasera del auto, pasaron los seguros para evitar que ella escapara."¡M@lditos idiotas! Soy loca, pero para nada tengo instintos suicidas y tampoco soy una filicida, para lanzarme en un carro en movimiento con tremenda barriga", se dijo mentalmente mientras los hombres se sentaban en la parte delantera del coche, sin revisarla.Metió su mano en el bolsillo de su vestido y sacó el celular cuidadosamente, rogando que no fuera descubierta y envió un mensaje a su esposo. "Marcos, ¡Estoy en peligro! Me han secuestrado, no sé dónde me llevan y tampoco el paradero de tus pinches guardaespaldas"Terminando de enviar el mensaje, empezó a escucharse una ráfaga de disparos, se tiró en el asiento porque no quería ser impactada por ninguno, amaba demasiado su vida para terminarla de e
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