Capítulo cuarenta y sieteLo que una vez nos unió, ya no existe*Adriano Di Lauro*Me revienta que se la lleven sin decirme nada en absoluto. Es mi mujer, soy quien paga por este hospital y los idiotas no me dicen qué demonios pasa. ¿De qué me sirve tener tanto poder si lo principal escapa de mi control?El personal sanitario me excluye, me margina y me aparta de mi esposa como si tuvieran todo el derecho, como si ellos sintieran por ella más que yo o si les doliera lo que le pase como me duele a mi. Es absurdo, esto comenzó siendo un trámite, un negocio más, un medio para un fin... Ahora todo se ha complicado. Hace días me pidió que la dejara ir y... debería hacerlo.Hubo un tiempo donde sentí que el hielo construido a mi alrededor no iba a de
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