Capítulo treinta y tres Necesidades *Adriano Di Lauro* ¿Cómo entraron? No tengo idea, pero esto se lo cobraré al personal de seguridad del condominio. No sé en qué estaban pensando cuando se les ocurrió desobedecerme. Incluso aquí en América conocen mi nombre y mi reputación. La cena se estropea, mi buen humor también y la paciencia se me va al garete con cada palabra que sale de su boca. Gibson Reid me está buscando... y me va a encontrar. Su atrevimiento no quedará impune. Sin embargo, ahora debo centrarme en mi esposa, a quien siento a punto de desmayarse en cualquier momento. La sostengo entre mis brazos al sentirla débil en tanto descarga su frustración contra quienes se hacen llamar sus padres, pero que de ello no tienen ni un pelo. Sin importar cuán despreciable pueda ser una persona, los hijos son sagrados y ellos no han hecho más que utilizar a la suya, perjudicarla y hacerle daño. De solo recordar el resultado de mis investigaciones, enloquezco como una especie d
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