Narrador Karina sonrió con suficiencia al ver el pánico dibujado en las facciones de Boris, él no soportó la incertidumbre por saber que había firmado y tras verla sonreír comenzó a revisar los documentos, mientras más leía, menos podía dar crédito a lo que dicho documento firmado estipulaba.—Entonces compraste la deuda de mi padre —dijo Boris decepcionado observando apenas el primer documento. Nunca esperó que ella tomara tal decisión sin consultarlo—No pongas esa cara, estoy haciendo lo que sueles hacer elegir por los demás y fui más que generosa, he salvado la fortuna Meyer porque en el futuro pertenecerá a mis hijos, aunque por el momento soy la dueña, claro, hasta que la deuda quede
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