Giovanni estaba ansioso y apenas lograba controlarse. Había estado en situaciones peligrosas, pero en ninguna de ellas había sentido ni la mitad de lo que sentía en ese momento.Farina le había dicho que Mia estaba lista y que bajaría pronto. No sabía cuánto tiempo había transcurrido desde entonces; bien podrían haber sido segundos, pero se sentía como décadas.La idea de ir en busca de Mia y traerla sobre el hombro hasta el altar, pasó por su mente. Era probable que su futura esposa se lo tomara con bastante humor, pero no creía lo mismo de su futura suegra ni de su propia madre. Aunque tal vez se lo merecían, después de todo en parte era su culpa que estuviera así.Las dos mujeres habían insistido en que durmieran separados. Era la primera vez en mucho tiempo que no dormían juntos y un día antes de casarse había sido el pe
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