Mia no dejaba de repasar los hechos sucedidos la noche anterior. A veces podía ser algo despistada, sobre todo cuando se perdía en su curiosidad; sin embargo, no era ninguna tonta. Ya no se trataba solo de un presentimiento, la tensión que había notado entre su amigo y Giovanni, durante la cena, había sido casi papable. Pero, a diferencia de Dante, que le había dado la impresión de querer demostrar algo; su novio, como siempre, había actuado con compostura.¿Qué estaba pasando con su amigo? Lo mejor sería ponerse en contacto con él y preguntárselo directamente. Salió de sus pensamientos al ver a Zinerva. Ella estaba sentada detrás de su escritorio, era como si intentara ser absorbida por la pantalla de la computadora de lo tan cerca que estaba de esta. Pero eso no era lo más extraño, su amiga estaba usando unas gafas de sol.S
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