Luego del furor del momento, los hombres en mi contra terminaron por acabarse la reserva de vodka de la fiesta. Amargados, furiosos por lo que ha hecho Konstantin. Para mi regocijo, no dijeron nada más e imitaron a Taras con una inclinación forzada de aceptación.Sé que en cualquier instante van a atacar, al menos Artur, por eso debo adelantarme y diez pasos.No dije nada luego que ellos bajaron del escenario. Me reservo las palabras. Solo me limité a sonreír con soberbia y mirarlos con el reto dibujado en mis ojos.Yo soy quien manda ahora, destronarme será muy difícil, por no decir imposible. Mi fuerza, todo lo que he pasado, me ha hecho de hierro, y dejarme vencer es algo que no voy a aceptar.Justo ahora tengo a mis padres y a Konstantin despidiendo a los invitados, la mayoría muy ebrios y otros con ganas de más fiesta. Lamentablemente yo quiero que se larguen ya y des
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