MelanieHan pasado varios días desde que Axxel vino aquí, pero no me ha abandonado esa sensación de incertidumbre. Cada día, batallo con mi mente y mi corazón. La primera, me exige que no lo piense; y el segundo, pide por él.«¿Qué hubiese pasado si la carta correcta hubiera llegado a sus manos?» La duda es como el sonido del pungi[1] que encanta a la serpiente, te seduce, te atrae, pero debo detener ese sonido, debo dejar de pensar en el pasado. Eso no cambia nada. Para el bien de todos, espero que olvide el camino a casa. Ryan no lo necesita y yo tampoco. Ya no.«¿Estás segura?», me reta mi subconsciente. Y no lo estoy, sé que es mentira, que lo quiero, que lo deseo conmigo, pero ya no importa lo que yo quiero. Mi única prioridad es mi hijo y su estabilidad.—¿Estás lista, dulzura? &md
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