Capítulo 101.
Eva. Me sudan las manos y a duras penas puedo acomodarme cuando me meto dentro del auto de Gigi, ¡Joder! Estoy más nerviosa que nunca, como si estuviera a punto de dirigirme a la horca, pero es que con Eros siempre se siente asi, todo es como estar al borde de un abismo del cual voy a terminar cayendo, el problema es que nunca sé con que me voy a encontrar al borde de ese abismo, si con sus brazos dispuestos a rescatarme o con la cruda realidad que se ha portado del asco conmigo últimamente. Gigi pone el auto en marcha y no hace más que suspirar, sé que ella cree que esta no es una buena idea, y no la culpo por eso, yo misma no estoy muy segura de que sea lo más saludable, más aún estando borracha, pero siento que si no lo hago ahora entonces no lo haré nunca, me quedaré con la incertidumbre de saber si podemos lograrlo, y no me creo capaz de vivir con eso.–¿Pued
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