Bridget logró su objetivo y se embarazó de Jeremith la noche que él la buscó embriagado. Cuando el Alfa regresó del templo los Harrison fueron a la mansión con ella para exigirle que respondiera por su hija. —Usted es el padre y debe responder de manera correcta, Bridget no se merece tener un hijo fuera del matrimonio. —Jeremith la miró. —Está bien señor Petter, cumpliré mi responsabilidad, pero antes necesito hablar a solas con Bridget. —Ella se puso nerviosa, creyó que él le iba a reprochar su embarazo. Fueron al estudio a hablar a solas. Jeremith con un tono frio le dijo: —Siéntate. —Gracias —ella obedeció, luego él se sentó a su lado. —¿Por qué te embarazaste? Sabes que no pretendía esto. —No es mi culpa, tú me llamaste de madrugada, yo estaba desprevenida. —Si claro, te funcionó esa antigua táctica para amarrarme. —No fue táctica te lo juro, fue la voluntad de la diosa, te daré el hijo que siempre soñaste.<
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