Su mano tocó su estómago, acariciándolo. Su vientre ya no era tan plano como antes, tenía un bulto ligero. Sería fácil atribuirlo a una comida pesada, sin embargo, ¿cómo explicaría la superficie dura de su vientre? La estancia de Karama en Salem la protegió durante mucho tiempo. Pasaba tiempo con el rey al aire libre. Paseando, cabalgando con él, recorriendo las calles con él. Sonrió al recordarlo. Después de aquella noche en la Habitación del Rey, él se volvió más libre con ella. Más íntimo. Ella llegó a desear y disfrutar cada minuto que pasaban juntos. No volvieron a ser íntimos sexualmente desde aquella noche, por respeto a la Semana del Cortejo. Se besaban mucho y ella incluso se lo tomó en su boca y para darle placer ocasionalmente, pero no tuvieron sexo desde entonces. Seguramente se estaba saciando con su futura reina. Su pecho se contrajo al pensarlo, como siempre. Intentó no pensar en ello. Era más fácil afrontarlo, si ella no pensaba en ello. Kamara sería su r
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