“Cariño, por favor", habló mi madre desde el otro lado de la puerta cerrada de mi habitación. Su voz era ligera y estaba llena de preocupación.Tras descubrir que mi hermano, Emrys, era mi pareja, me encerré en mi habitación. Cada fibra de mi ser me pedía a gritos que fuera con él. Que lo abrazara, que limpiara las lágrimas que sé que había derramado la noche anterior, mientras que la otra parte de mí estaba, como mínimo, aturdida. ¿Por qué, de todas las personas de esta tierra abandonada por Dios, mi pareja tenía que ser él? Claro, todo lo de la sobreprotección y de compartir los sentimientos del otro por fin tenía sentido, pero... ¿qué carajo?"Estoy ocupada"."Ambas sabemos que eso no es cierto". Ella suspiró. Pude imaginar sus ojos verdes abiertos de par en par y su hermoso rostro contraído por la preocupación. "¿Te peleaste con Ostana? ¿Es por Emrys?".Tan pronto escuché el nombre de él, un sollozo escapó de mis labios solo para ser silenciado por mi almohada. Pasó un moment
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