-Hijo, deberías comer algo- Hace varias horas Aurora y Sofía intentaban persuadir a Andrés para que probara algo de comida, ya habían pasado casi 6 horas desde que Irina se quedó dormida y aun no despertaba, sabían que era imposible hacer que él fuera a darse un baño y cambiarse de ropa, mucho menos descansar, pero al menos intentaban que comiera algo, pero no había sido mucho lo que había probado desde hace horas, Andrés sentía que no podía comer ni un poco hasta ver a su reina, como él la llamaba, que abriera los ojos para estar seguro que ella estaba bien, aunque la doctora le había dicho un par de veces que ella pronto despertaría, él necesitaba ver sus hermosos ojos. Mientras que desde la enorme ventana de vidrio Andrés contemplaba a sus pequeños una voz lo sacó de su burbuja de pensamientos. -Señor, su esposa ya despertó- Inmediatamente Andrés se reincorporó mientras su semblante cambiaba drásticamente. –Señor… su esposa puede ir… Andrés no espe
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