CAPÍTULO XIVSofia se apresuró a limpiar un poco todo aquel desorden para poder ir a comprar algo de comer. Mientras caminaba en el centro comercial, al estar mucho tiempo de pie, haciendo quehacer, colapsó, afortunadamente las personas que estaban cerca la auxiliaron hasta que se sintió del todo bien para poder tomar un transporte seguro y regresar al departamento.Al llegar, se llevó la terrible sorpresa de que ya estaba ahí los dos amantes. Andrés estaba de pie en la cocina observando lo pulcra que esta había quedado, mientras que la mujer estaba sentada en el sofá con los pies sobre la mesa de centro, dejando por doquier un rastro de polvo que anteriormente Sofía limpió.— ¡Hey! Maleducada, baja tus patas de la mesa, mínimo deberían ser un poco más limpios. ¿Es que a caso Andrés, no te daba tantito asco vivir en un muladar como este?
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