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45 chapters
Treinta y ocho
XXXVIII. Regresar.Duerme, niñito mío, prenda mía.Arrurú, arrurú.La luna silenciosa esta mirandodentro de tu cuna.Te diré cuentos de hadasy te cantaré cancioncitas,pero debes dormir, cerrados tus ojitos.Arrurú, arrurú...El primer recuerdo de Nilah eran sus pies descalzos pisando la nieve. Su infancia la vivió con su madre en aquel país que correspondía a la ahora llamada "Zona Norte" y, aunque no nació allí, era su hogar. Otro de sus muchos recuerdos era su progenitora, la hermosa dama Velkan, elevando sus oraciones a la proclamada como diosa de su raza; la luna. Cuando el pequeño Nilah le preguntó por qué cada noche agradecía a ese lucero en el cielo, su madre le sonrió mientras acariciaba su mejilla.—Porque me ha otorgado un milagro.Nilah era muy pequeño en ese entonces para comprender los motivos por los cuales su madre oraba tan fervientemente a
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Treinta y ocho
XXXVIII. Regresar.Duerme, niñito mío, prenda mía.Arrurú, arrurú.La luna silenciosa esta mirandodentro de tu cuna.Te diré cuentos de hadasy te cantaré cancioncitas,pero debes dormir, cerrados tus ojitos.Arrurú, arrurú...El primer recuerdo de Nilah eran sus pies descalzos pisando la nieve. Su infancia la vivió con su madre en aquel país que correspondía a la ahora llamada "Zona Norte" y, aunque no nació allí, era su hogar. Otro de sus muchos recuerdos era su progenitora, la hermosa dama Velkan, elevando sus oraciones a la proclamada como diosa de su raza; la luna. Cuando el pequeño Nilah le preguntó por qué cada noche agradecía a ese lucero en el cielo, su madre le sonrió mientras acariciaba su mejilla.—Porque me ha otorgado un milagro.Nilah era muy pequeño en ese entonces para comprender los motivos por los cuales su madre oraba tan fervientemente a
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Treinta y nueve
XXXIX. Ímpetu imparable."Y la piedra en esa montaña que en lo alto puedes ver, se creerá más importante que las que han de sostener."La mirada celestial - El príncipe de Egipto.Como una polilla atraída por la luz, se admiraba el ser de la oscuridad por las voluntades fuertes y el cielo.Adair Fearann repasaba constantemente el sacrificio de la vida de su padre para tenerles. Incluso después de tantos años, lograba remecerse gracias al recuerdo de un ser tan magno como lo fue él. Quizá su raza no fuera la más fuerte físicamente, pero tenían diferentes habilidades divinas y una salud innata que les resguardaba de la muerte casi por completo. Lástima que su padre decidió dar su vida a sus hijos y dejó una existencia tan grande como la suya enterrada bajo un árbol, cuando siempre perteneció a la gloria misma. Él había sido alguien inteligente, con una mente ávida y se atrevía a decir que cercana a la perfección, entonces, ¿por
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Cuarenta
XL. Libertad carmesí.Salió de la casa de Nilah con fluidez, como si fuese suya. Él había dicho que era su hogar, el de ambos, y ahora una sensación de urgencia le decía que tenía que volver con bien a ese lugar, donde él estaría esperándole. Claro que donde Nilah se hallara ella se sentiría bien, así como aprendió a sentirse a lo largo de esos meses, apreciando su presencia y espíritu acogedor. Esa noche había experimentado algo que nunca antes supo que existiera, fue su primera vez haciendo muchas cosas; besando, tocando y amando también, pues él se dedicó a enseñarle pacientemente, incluso el significado de la palabra "amor". Ahora que dejaba la cabaña y se encaminaba a los bosques y yacimientos para obtener lo necesario para su propósito, repasaba lo que había sucedido y anhelaba desde el fondo de su corazón que s
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Cuarenta y uno
XLI. Libres menos uno. Níniel sabía que su madre esperaba su aparición. Alanna sabía que su hija vendría. Ambas predecían cómo sería el proceder de la otra y formularon un plan perfecto para cada lado, sin considerar el ajeno desenlace esperado. Hasta cierto punto, sabían cómo actuar para lograr sus objetivos, pero el final era sólo un anhelo propio de ambas partes de resultar victoriosas. Y en el deseo no había ningún fundamento para resultar vencedor. Curiosamente, compartían formas de pensar. Níniel sabía que su madre querría tomar la vida de alguien más para realizar su "liberación" y deseaba impedirlo. Que nadie inocente fuese dañado por las luchas de otros, menos las suyas. Dentro de la ecuación, era claro que la chamán del Norte contaba con la naturaleza piadosa de su sucesora para l
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