Movía mi pierna de forma frenética, no paraba de contemplar el reloj, sentía como a cada minuto que pasaba mi garganta se iba secando y mis manos comenzaban a sudar, estaba nerviosa jodidamente nerviosa, faltaban escasos diez minutos para que la jornada laboral terminase y diera comienzo a la cita.Suspiré levantándome de la silla, agarré mi bolso, prácticamente corrí hacia el servicio, una vez allí y de asegurarme que no había nadie, me miré al espejo, mi cabello estaba algo despeinado, de mi bolso saqué un cepillo comenzando a pasarlo por mi cabello, miré mi atuendo un jean blanco ajustado, una camiseta de tirantes negro, en la silla reposaba mi americana, volví a suspirar, era sencillo, pero tampoco tenía idea de donde me llevaría, solo dijo: es especial, no te preocupes por la ropa.Una vez que retoqué mi maquillaje, volví a mirar mi reloj,
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