Diann no dejaba de observar a su hija. Violet estaba frente a la televisión mirando fijamente una obra de ballet, El cascanueces específicamente. Desde que vio la obra Giselle por una tarea de la escuela, no ha parado de ver uno tras otro, ni siquiera ha parado en el verano, y esto preocupa a Diann, quiere que se divierta como cualquier otro niño, pero su hija ha marcado sus planes desde el primer día. —Cariño, tus hermanos están en la piscina, ¿no quieres unirte a ellos?  Violet responde sin apartar la vista del televisor.  —Quiero ser bailarina. Mami ¿puedes llevarme a clase de  baile? Diann va hasta donde está su hija, se sienta a su lado, y pasándole un brazo por los hombros le dice: —¿Estás segura? Lleva mucho sacrificio, ¿Estás dispuesta? Violet la mira, sonríe, se pone de pie y sin ninguna técnica, trata de imitar a la bailarina que está interpretando a Clara  Stahlba

—Violet, cuéntenos como se sintió con la acogida del público francés. ¿Cómo fue la experiencia en La Ópera Garnier¹? ¿Qué siente al ser prima ballerina²? Los periodistas casi no la dejaban pasar, Violet se sentía abrumada, pero feliz, ya que esto es lo que quería, lo que había esperado casi toda su vida. Y estaban siendo muy amables hasta ahora. —El público fue maravilloso, recibí mucho amor de parte de ellos. La ópera es una belleza y es un placer bailar allí. Y qué le puedo decir sobre ser prima ballerina, es lo que toda bailarina quiere ser, un sueño cumplido para mi. Estoy muy agradecida con la compañía por haberme dado esta distinción. —¿Qué nos puede decir sobre Michael Blackburn? ¿Son ciertos los rumores? —preguntó otro periodista. Y la pregunta que no quería llegó.  —Sobre eso no tengo nada que decir. Si tienen más preguntas, por favor diríjanse al agente de prensa de la compañía. —Y con estas pa

6 años antes  Violet llega hasta donde está su hermana sentada en el sofá del pequeño apartamento que comparten, se deja caer junto a ella con desánimo. —¿Qué pasa? —le pregunta Lysa sin dejar de ver el libro que está leyendo. —Tengo que buscar un trabajo. —responde con fastidio. —¿Y eso por qué? —pregunta nuevamente Lysa dejando de lado el libro. Violet responde que la compañía es pequeña y no siempre hay trabajo, y si no hay trabajo no hay pagos. Tiene que ayudarla con el alquiler del apartamento y los demás gastos, además de los suyos que no son pocos. Lysa la contempla un rato y le dice que desde que se mudó con ella la ha ayudado en todo, y si se pasa un tiempo sin hacerlo ella puede pagarlo todo, es su hermana y no es ningún problema, no es una extraña la cual podría tratar de vivir a su costa. —En el trabajo me va bien, y puedo pagar todo... por ahora. &n

Violet va corriendo, perdió el autobús y al esperar al siguiente le cogió tarde para la entrevista en la cafetería, Lucian el dueño de la compañía de ballet los llamó y citó de última hora para avisarle que encontró trabajo una vez al mes en una organización sin fines de lucro. Violet está emocionada, este trabajo no le reportará mucho dinero pero será por una buena causa, además Lucian les dijo que a esas galas van muchas personas influyentes y será muy bueno para la compañía. Se detiene en la entrada para tomar un respiro, suspira feliz y empuja la puerta, al hacerlo hace que la puerta golpee a un hombre que va a salir de la cafetería, se pone las manos en la cara al ver que el café que traía en la mano se le vira en la chaqueta del traje.  Violet observa estática como el hombre mira hacia arriba como pidiendo paciencia, y regresa al mostrador donde habla con la chica que está detrás.  Ella se mantiene en el mismo lug

Dos meses después   Violet está limpiando una mesa cuando Rebeca otra de las camareras le pasa por el lado y dándole un pequeño empujón con la cadera le dice: —Ahí está tu abogado.  Ella levanta la vista y ve al hombre insoportable que le derramó el café encima.  —¿Es abogado?  —¿No lo sabías? Trabaja en un bufete muy prestigioso. Pensé que estabas al tanto de eso. —¿Por qué tengo que saberlo?  —Todos comentan que desde que empezaste a trabajar aquí vine más seguido, conoce hasta tus horarios.  Violet ríe y le hace saber que no se llevan nada bien, y si se ha dado cuenta le habla muy poco y siempre para burlarse de ella.  —Quizás viene

Violet sale del vestuario con desánimo, está cansada del ensayo en la compañía y tiene que ir a trabajar en la cafetería, el fin de semana próximo tienen que representar una obra para la organización sin fines de lucro y Lucian quiere que todo quede perfecto, es la primera que harán para ellos y quieren dejar buena impresión.  —¡¡Violet!! —grita Gretel otra bailarina en la compañía—.  Espera un momento. Violet se detiene y deja caer los hombros, la chica le cae bien pero tiene deseos de terminar cuanto antes aquí para llegar a su segundo trabajo.  —Te tengo una propuesta —dice Gretel nada más llegar junto a ella, y sin dejar que Violet pregunte de que trata prosigue—, como sabes tú y todos en la compañía, doy clases de ballet a niños, pero ahora mi madre enfermó y no puedo dedicarle todo el tiempo a las clases, los ensayos aquí y cuidar a mi madre.  La morena toma un respiro y Violet le dice que siente lo de su mad

—Hacia mucho tiempo que no salíamos, lo pasamos muy bien  ¿verdad?  Michael escucha el parloteo que tiene Amanda, lo aturde escucharla, ¿lo pasaron bien? Quizás ella, él solo quería que terminara la cena para llevarla a su casa, lo único rescatable de la noche para él fue el cliente que logró para el bufete.  —Lo único que falta para que la noche sea perfecta... Michael la interrumpe, sabe donde que quiere terminar y él hace mucho tiempo no quiere nada con ella. —¿Cómo te fue en Londres? Amanda comenzó nuevamente su parloteo sin darse cuenta que Michel la llevaba a su casa, se detuvo cuando Michael detuvo el auto, ella se maravilló que se le pasara tan rápido el  tiempo.  —Contigo el tiempo se va volando, ¿No lo sientes así? — Michael solo asiente y no responde, pero ella no se rinde y lo invita a subir.Michael con una falsa sonrisa le dice que fue muy amena la conver

Michael camina un poco frente a ella con las manos en los bolsillos del pantalón, se detiene y le informa que estuvo esperando por ella y sin más le dice que la llevará a su casa.  —¡¿Perdón?! Yo no te conozco para hacer algo así. Por lo que sé, solo eres un imbécil que es abogado, que además puede ser un asesino en serie, ni siquiera sé tú nombre. Tú tampoco me conoces a mí, ¿y si te llevo a un barrio donde te roben? ¿Qué hará señor abogado? —responde Violet y trata de pasar  alrededor de él.  Michael la toma por el brazo y la detiene.  —Sé que eres Violet Baxter, tienes una hermana mayor que tú, tus padres viven en otra ciudad, tienes veintidós años, eres bailarina en una compañía pequeña y tuviste que trabajar aqu&ia

Después de una deliciosa cena, Michael invitó a Violet ir al salón para allí tener la conversación que dejaron pendiente en el en comedor, ella está un poco nerviosa a pesar de que la conversación está muy amena, él le ha estado haciendo preguntas sobre el ballet y cómo le va en la cafetería, pero mirarlo la pone muy nerviosa, y está el echo que le había dicho que iban a conversar sobre algo bueno para los dos, ella no tiene idea de que puede ser , pero no quiere ser la primera que  saque el tema.  Michael la mira y disfruta su nerviosismo, le gusta verla así, se saborea los labios al imaginarla desnuda y nerviosa ante él.  Espera un poco más y cuándo la ve tomando el bolso decide terminar el juego. Se acerca a ella, le pasa los dedos por el cabello y le habla al oído: —Me gustaste desde el primer momento que te vi, —dice y haciendo una pausa sonríe—, bueno, después que se me quitó un poco el enfado por arruinar mi ropa y d

Un mes después Violet está tratando de no mirar a Michael, hoy le tocó trabajar en el bufete y él no había venido a tomar su café como cada día, ella esperaba verlo hoy, el fin de semana no pudieron verse porque Michael tuvo compromisos con el bufete y ella una función con la organización sin fines de lucro.  Quería que la mirara, pero él mantenía una conversación con un señor mayor y una mujer joven que cada vez estaba más cerca de él.  —Parece que te quieren llevar al sugar. —dice Rebeca bajo sobresaltando a Violet.  —Él no tiene edad para ser un sugar. —responde Violet y rectifica al ver como Rebeca enarca una ceja—. Y no somos nada, así que no sería mi sugar.  —Ajá, si tú lo dices, eso no es lo que todos en la cafetería comentan —dice Rebeca y agrega antes de que Violet hable señalando a la mujer que está junto a Michael—. ¿Sabes quién es ella? Violet responde que no le imp