Gabriel mantiene sus labios unidos a los míos unos segundos, mi cuerpo se vuelve mantequilla y yo no entiendo nada, aún así lo disfruto porque esto no será para siempre. Él se separa bruscamente, me mira asustado y algo sonrojado, se ve tan bello, inocente… me lo quiero comer, pero a él no le gustan las mujeres, ¿cierto? Y mucho menos una que está embarazada de otro.-L-lo siento… no debí…-Sshhh, déjame disfrutar mi gloria, de ser tu primer beso, no mates mi ego – trato de decirle divertida, pero ahora es lo que menos siento -.Llega el doctor y le pide a Gabriel que lo ayude a trasladarme a la sala donde me harán un ultrasonido, a pesar de todo, tengo la esperanza que ese examen sea erróneo, que cambiaran las muestras, qué sé yo… tener un hijo es una bendición, pero que sea de alguien como Ignacio, no lo sé.-
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